Un año después... quieren comprarse una casa en el pueblo

Arturo Ferrer y su mujer Ana Pérez buscan casa para comprar en Bolea. Un año después de instalarse, apoyados por el programa Holapueblo, para desarrollar su proyecto de agricultura y ganadería regenerativa, están ilusionados. La mejor señal es que su hijo Samuel Antón, de 11 años, continuó el año pasado, a pesar de los viajes, en la escuela de Tierz. Pero ya no, después de pasar un verano en Bolea, ha querido ir allí al colegio, al que acuden 25 escolares.

“Estamos muy contentos. El dueño de la tierra está ilusionado con el proyecto y hace propuestas de inversiones que tienen muy buena pinta”, indica Arturo Ferrer, que por la dificultad de acceder a la tierra para iniciarse en el sector se va a asociar con un propietario para sacar adelante su idea de mantener almendros y cerezos con el apoyo del ganado ovino en extensivo. “Nos hubiera gustado tener ya las ovejas, pero la primera siembra fue pobre por el verano, la segunda ha salido bien, pero estamos esperando a contar con el número de explotación para que nos vendan ganado. Los trámites administrativos van lentos”, indica. Si no es fácil comprar tierra, tampoco una vivienda. “Estamos buscando casa y creo que el hándicap de ir a un pueblo es encontrar vivienda. Nadie vende y lo que sale está en muy mal estado”, apunta.