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Luis Muñoz: “Cada vez sube más gente al refugio de Góriz sin informarse”

El guarda incide en las complicaciones que reviste la travesía de montaña, de hasta siete horas de duración, para llegar a este espacio en invierno

Usuarios en el acceso al Refugio de Góriz durante este invierno.
Usuarios en el acceso al Refugio de Góriz durante este invierno.
Refugio de Góriz

El Refugio de Góriz se ha adaptado a la situación sanitaria actual en cuanto al aforo permitido, que se ha reducido a un máximo de 30 plazas para los montañeros que realicen el recorrido desde la pradera de Ordesa. El tiempo estimado es de entre 6 y 7 horas en estos momentos, con nieve desde el inicio y unas condiciones invernales que ralentizan la travesía respecto al periodo estival.

“Hemos reducido el aforo más de lo que lo exige la normativa y estamos haciendo pocas reservas”, explica Luis Muñoz, uno de los cuatro guardas del refugio de Góriz, ubicado en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

Para acceder a este espacio situado a 2.200 metros recomienda una buena preparación y equipación de montaña, además de saber manejar los piolets, crampones, raquetas o esquís de travesía, entre otros elementos. Respecto a otras Navidades, la de este año no se caracteriza por una cantidad de nieve excepcional.

Trabajos para comprobar el estado de la nieve a partir de un corte junto al refugio.
Trabajos para comprobar el estado de la nieve a partir de un corte junto al refugio.
Refugio de Góriz

En el día a día en el refugio, el trabajo varía por la disponibilidad de entre 8 y 9 personas en verano respecto a las dos personas -un guarda titular y un ayudante- durante la estación invernal que trabajan a turnos. “Las tareas están muy definidas con un cocinero, ayudante de cocina, ayudantes de guardas, recepcionistas y los guardas titulares que coordinamos la actividad de todo el refugio”, comenta. A su vez hay tareas periódicas como la toma de datos meteorológicos y nivológicos, con cortes de nieve semanales para analizar el riesgo de aludes, atención a clientes, colaboración con los rescates de montaña, etcétera.

Los días que no hay gente en el refugio durante el invierno, “se trabaja y se realizan labores de mantenimiento, limpieza y gestión de reservas”.

En cuanto al perfil del visitante en invierno, “cada vez nos encontramos con el problema de gente que sube o intenta subir al refugio sin una buena planificación o preparación”. Si bien indican que desde el propio Refugio de Góriz se intenta hablar con los usuarios antes de que suban, al menos con dos o tres días de antelación, para informarles de las condiciones.

En estos momentos, para llegar el refugio, explica Muñoz, “es necesario pasar por las Clavijas de Soaso y por el Camino alternativo de las Setas”. Para el guarda de este refugio, “nos da la impresión que cada vez sube más gente que no sabe lo que está haciendo y no sabe a dónde va”.

Para prevenir accidentes o contratiempos incide en la importancia de formarse en el manejo del material de montaña en actividades de invierno además de una buena planificación.

Como norma general en el invierno, subraya la importancia de llamar o contactar con el personal del refugio para informarse del estado del terreno, acceso y rutas. Además, “pueden conocer si hay riesgo de aludes y las recomendaciones de realizar otra actividad si las condiciones no son seguras”, matiza

Las visitas a este espacio han sido mínimas hasta el 15 de diciembre y con la llegada de usuarios en los últimos días del año.

Según el guarda del Refugio de Góriz, “cada vez va más gente al monte y en verano está muy bien pero en invierno el acceso se puede llegar a poner muy complicado”.