El Alto Aragón, “laboratorio” de análisis de la inmigración de países no europeos

“Matilde” es el acrónimo de ‘Migration impact Assessment To enhance Integration and Local Development in European rural and mountain áreas’, un proyecto europeo de investigación que trata de analizar el impacto de los inmigrantes de terceros países (de fuera de la UE) en zonas rurales y de montaña de los 10 países participantes. Como socio local está el Gobierno de Aragón, y en concreto a la Dirección General de Cooperación e Inmigración, del Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales.

“A grandes rasgos, se trata de analizar el impacto de la inmigración en zonas rurales y de montaña, desde una óptica transversal y multidimensional: económica, social, territorial... En la fase de trabajo que nos encontramos, estamos llevando a cabo los estudios de caso, sobre las comarcas de Monegros y Alto Gállego”, explica Raúl Lardiés, investigador principal del proyecto que junto a Nuria del Olmo, socióloga, y Sergio Larraz, geógrafo, están llevando a cabo una serie de actividades participativas para así poder profundizar en el conocimiento de las dos comarcas (problemas, oportunidades, efecto real de la inmigración en la revitalización demográfica...) y, a partir de allí, elaborar una serie de propuestas de actuación.

Así, el pasado miércoles, DIARIO DEL ALTOARAGÓN asistió al Focus Group (grupos de discusión), organizado en el CPEPA Monegros con personas tanto nacionales como extranjeras. “El planteamiento de la reunión se basa en torno los problemas y oportunidades de vivir en Los Monegros, la revitalización demográfica, económica y sociocultural a partir de los inmigrantes de terceros países, de fuera de la UE y la aportación de propuestas de actuación”, señalan Lardiés y Larraz, coordinadores del grupo. “Se trata de profundizar en el conocimiento del territorio y la realidad migratoria y, a partir de la información que se proporciona, elaborar una serie de propuestas para mejorar, como reza el título del proyecto, la integración de estas personas extranjeras y, asimismo, el desarrollo local, que nos afecta a todos”.

En la reunión se recogían testimonios reales de personas llegadas a la comarca de Los Monegros en busca de la realización de su proyecto de vida, en una tierra que les ha acogido, en algunos casos, con los brazos abiertos y a la que han aportado su trabajo, su esfuerzo, sus ganas y su ilusión, si bien, también está llena de carencias que se ponían de manifiesto. “Hace veinte años, cuando llegaron mis padres, la gente de aquí los acogió con cariño pero ahora somos muchos y también son muchos los monegrinos que recelan de nuestra presencia”, afirmaba una joven musulmana, destacando junto a sus compañeras los obstáculos que sufren por ser emigrantes. “Nos gusta vivir aquí, en esta zona rural hay oportunidades pero muchas se nos cierran por nuestra condición o color de piel”, destacaban, refiriéndose, por ejemplo a que en los principales supermercados de Sariñena nunca contratan a personas musulmanas a no ser que acudan al trabajo sin su hiyab o a personas negras.

Asimismo, comentaban la falta de sociabilidad con personas de su edad. “Cuando llevamos al colegio a nuestros hijos, algunos padres y madres se apartan, en realidad nos aceptan más las personas mayores que las jóvenes”, señalaban, comentando también que sienten como son ellas o ellos los que “ocupamos los empleos que no quiere nadie” o subrayando como la pandemia “ha marcado distancias, limitaciones y ha generado miedos”. Además confirmaban que esos bulos que corren por las redes sociales sobre las ayudas que reciben son falsos, “no existe ninguna ayuda social que se conceda a inmigrantes simplemente por serlo y que excluya a españoles. Las ayudas sociales se conceden en función del volumen de ingresos de las familias o la situación socioeconómica de los solicitantes y exigen residencia legal en España. Por lo que no solo no se beneficia a los extranjeros sino que además se suelen dejar fuera a muchos inmigrantes en situación irregular”.

Una de las preguntas que realiza la sección De Cerca de este Diario es ¿La inmigración es una bendición o una necesidad?, y el 99% contestan que es una bendición y más en Los Monegros, que es un revulsivo frente a la pérdida de población y los riesgos del envejecimiento, teniendo esta comarca una baja tasa de fecundidad y un elevado envejecimiento de la población lo que supone un aumento de las cargas sociales del Estado, de la población joven activa y afecta directamente al sostenimiento del estado de bienestar. Todo ello se evidencia si observamos que la población extranjera que ha llegado tiene menos de 45 años, mientras que los monegrinos son en su mayoría mayores de 65 años.

Además, el aumento de mujeres inmigrantes no solo ha igualado la proporción con los hombres inmigrantes, sino que ha atenuado la baja natalidad, lo que ha permitido compensar en parte los saldos vegetativos negativos de los últimos años y paliar el fuerte envejecimiento de la población local.

Este proyecto se extiende durante tres años (hasta el 31 de enero de 2023), tiempo durante el cual se realizará, por un lado, una investigación “seria y rigurosa” para conocer cómo los pequeños municipios del medio rural han gestionado la llegada de personas de terceros países y el beneficio que éstas han aportado a las zonas rurales y, por otro, se llevará a cabo una fase de elaboración de propuestas políticas en materia migratoria y de gestión de la diversidad cultural adaptadas al entorno.

Aragón recibe 36.000 euros durante los tres años por su participación como único representante español con el objetivo de que pueda desarrollar sus compromisos adquiridos en la Red, que se enmarca en el programa europeo Horizonte 2020.

En total se están realizando trece estudios de caso sobre la repercusión de la inmigración en diez países europeos: Alemania, Austria, Bulgaria, España, Finlandia, Italia, Noruega, Reino Unido, Suecia y Turquía.