Carlos Marcuello: “Aragón tiene que unir esfuerzos con otras regiones que tienen los mismos problemas”

En el mismo año de la aprobación del Estatuto de Autonomía de Aragón, nacía Carlos Marcuello, vecino de Ayerbe y aunque reside en Barcelona desde hace más de 13 años, donde ejerce como profesor de Economía de la Universidad de la misma ciudad, sigue muy vinculado a la población ayerbense, donde fue concejal entre 2005 y 2007, núcleo donde sigue empadronado y muy orgulloso de mostrar sus raíces altoaragonesas.

Compagina su docencia en la Universidad como profesor en el Grupo Planeta y el Instituto Séneca, además de ser consultor en negocios internacionales, en concreto con las relaciones entre China y América Latina.

“Me siento profundamente aragonés, que es mi forma de ser español y porque creo en una España plural y diversa defiendo la idiosincrasia y particularidades de nuestra tierra”, comenta el vecino de Ayerbe.

Precisamente en los dos últimos años de pandemia sanitaria, Marcuello ha residido más tiempo en la localidad de Ayerbe que en Barcelona, combinando las clases presenciales con las telemáticas. En Barcelona vive junto a su mujer y su hija de casi dos años y que “quiero que sienta a Aragón como su tierra y también la tierra de su madre, que es China”.

Con la intención de celebrar el día de Aragón en Ayerbe y conmemorar el Estatuto de Autonomía, “al final lo que nos define como nacionalidad histórica, que se incluye en el preámbulo del Estatuto de Autonomía, es el reconocimiento del territorio como núcleo de la Corona de Aragón”.

En su opinión, “el balance de la comunidad aragonesa es positivo en este periodo de 40 años de autogobierno” y la etapa preautonómica en la que recuerda la figura del también ayerbense Juan Antonio Bolea, el primer presidente de Aragón de la Democracia.

Durante estas cuatro décadas, “Aragón ha alcanzado las más altas cotas de prosperidad, riqueza y participación ciudadana”, resalta Marcuello, quien enumera algunos de los problemas que arrastra la región durante los últimos años como “el envejecimiento de la población, la despoblación en la mayor parte del territorio y el problema de la financiación”, que comparte con otras regiones españolas.

A su juicio, “lo que tiene que hacer Aragón es unir esfuerzos con las otras comunidades autónomas que comparten esos mismos problemas comunes ante el Estado español”.

Después del periodo de pandemia sanitaria, reconoce que “hay muchas personas que se han trasladado a Ayerbe a vivir”, aunque indica que existen otras “carencias o tendencias de fondo difíciles de solucionar”.

Si bien en los últimos 13 años Marcuello reconoce que debe a Barcelona el hecho de haber crecido profesional y académicamente, “siempre aprovecho la vida que hay en Ayerbe y en Aragón, y tengo muchos motivos para presumir de ello”.

De Aragón, Carlos Marcuello resalta que es una “nación histórica y pequeña en proporción” en relación a los pocos habitantes, poco más de un millón, y la extensa geografía que atesora.

Por ello, insiste en la necesidad de unir sinergias con otras regiones del mismo modo que las Castillas o regiones del norte de España, “pero siempre con el orgullo de sentirme aragonés y español”.