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César Trillo: "Me voy con la espina clavada de que se necesita un embalse en el Gállego"

Tras 27 años en el cargo no optará a la Presidencia de Riegos del Alto Aragón 

César Trillo ha sido presidente de Riegos del Alto Aragón durante 27 años.
César Trillo ha sido presidente de Riegos del Alto Aragón durante 27 años.
Pablo Segura

 “Me voy con la espina clavada de que Riegos del Alto Aragón, para poder terminar Monegros II, necesita un embalse en el eje del Gállego, llámese Biscarrués o llámese como se quiera. El Gállego no puede estar con un azud de derivación simplemente para coger el agua, porque en estos momentos cada vez que lleva más de 75 metros cúbicos por segundo el agua se va a Mequinenza... y ésa es el agua que hace falta para poder terminar Monegros II”.

Con esta sensación, y también con la de haber dedicado “una parte importante de mi vida al regadío”, César Trillo dice adiós a un larga etapa de tres décadas en Riegos del Alto Aragón al haber decidido no presentar su candidatura para la renovación de la vocalía del tramo III y IV de Monegros, que junto a otras ocho, conforman la mitad de la Junta de Gobierno de Riegos del Alto Aragón, que se renovará en una asamblea el próximo mes de junio.

De este modo, no podrá optar a la Presidencia de la comunidad de regantes, a cuyo frente ha estado durante los últimos 27 años, a los que hay que sumar dos más como vocal y cuatro como tesorero. “Tengo 75 años y creo que a lo mejor me tocaría dimitir por no poder cumplir el periodo de 6 años (de mandato de la Junta de Gobierno), así que prefiero salir”, asegura en declaraciones a este periódico, al tiempo que afirma que quiere hacer una transición “ordenada” (en el próximo año o año y medio) tanto de la Presidencia de Riegos como del resto de cargos que ostenta en la actualidad, como el de presidente de la Federación de Comunidades de Regantes del Ebro, vicepresidente de la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Ebro, vicepresidente segundo del Consejo del Agua de la Cuenca del Ebro o vocal del Consejo Nacional del Agua.

A la hora de hacer balance, su primer pensamiento es para la regulación del río Gállego, una actuación que ha reivindicado denodadamente durante las tres últimas décadas y que no ha conseguido ver hecha realidad, ya que tras la sentencia judicial que anuló el anteproyecto y la declaración de impacto ambiental, el actual Ministerio para la Transición Ecológica lo ha desechado.

“Por mucho que luches, nadie te da las gracias cuando has perdido la guerra”, mantiene Trillo, que alberga la esperanza, más bien el deseo, de que quienes le sucedan “lo puedan conseguir. Yo les ayudaré todo lo que pueda si me lo piden”.

“Por mucho que luches, nadie te da las gracias cuando has perdido la guerra”,

“Por lo menos se ha conseguido el embalse de Almudévar”, señala, aunque insiste que él considera que el embalse tiene que estar en el “eje del río, si no, no sirve para nada”.

Respecto al embalse de Biscarrués, sostiene que “no ha habido ningún descarte oficial. Biscarrués no se puede descarta a través de un página de periódico, otra cosa es que lo han sacado del Plan Hidrológico como han sacado otras treinta obras más. La sentencia en ningún caso dice que en el eje del Gállego no se pueda hacer un embalse; dice que no se podía hacer aquel anteproyecto con el que se licitó Biscarrués”.

Trillo deja una comunidad de regantes que se ha erigido en la mayor no solo de España, sino de toda la Unión Europa, con cerca de 15.000 regantes y 140.000 hectáreas de regadío. “Van a entrar 22.000 más y todavía quedarán otras 24.000 por transformar, que es la terminación de Monegros II”, indica.

El presidente de Riegos destaca entre los logros más importantes “la modernización de regadíos, donde se ha hecho muchísimo trabajo. En estos momentos, en Riegos del Alto Aragón se está haciendo un uso muy, muy eficiente del agua. No solo se han modernizado las fincas, sino que también ha habido una modernización de la gestión del agua”, apostilla.

A nivel interno agradece el respaldo que ha recibido de su equipo y de los regantes, “que me han apoyado muchísimo”, y, en relación al futuro del regadío se muestra escéptico: “Lo que hay, se seguirá regando y lo que falta por regar, pues ya veremos, porque viendo el Plan Hidrológico se ve la idea que se lleva. Si se quiere hacer más regadío será a costa de los que riegan ahora, lo que sería muy malo. Lo primero hay que hacer son las obras de regulación y después acabar de transformar”.