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ALTO ARAGÓN

El caudal irregular en barrancos obliga a extremar precauciones

Las lluvias de marzo y abril conllevan gran cantidad de agua en muchos puntos

Actividad de descenso de barrancos en el Parque Natural de la Sierra y de los Cañones de Guara.
Actividad de descenso de barrancos en el Parque Natural de la Sierra y de los Cañones de Guara.
S. E.

El caudal irregular que presentan los barrancos en la provincia de Huesca en estos momentos por las lluvias de los pasados meses de marzo y abril lleva consigo la necesidad de informarse de su situación en esta época de inicio de la temporada para realizar su descenso de forma segura.

Esta necesidad de preparación física, del material y de las condiciones del barranco de la mano de guías profesionales o clubes de montaña es una de las premisas para disfrutar de la actividad, como así lo indican desde la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM), Guardia Civil y empresas de turismo activo.

Desde la empresa Guías Buenaventura, de Alquézar, su gerente Javier Rodríguez, explica que la temporada de descenso de barrancos ha comenzado “con menos afluencia que el año pasado, debido a que en 2021 hubo más explosión de gente por la pandemia y estuvo más concentrada” y también en parte “porque los caudales este año están un poco más fuertes y el tiempo igual no ha acompañado”.

Por ello, señalan que ya se están registrando reservas de la actividad en esta empresa de cara al próximo verano y con mayor intensidad a partir de junio.

En cuanto a la situación actual de los barrancos, considera que “estamos en un momento de cambio con barrancos en condiciones excepcionales y otros que hacemos en verano presentan caudales bastante altos de agua, por lo que habrá que extremar las precauciones”.

Como empresa especializada en esta actividad, proporciona información del estado de los barrancos y los caudales en el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara. “Los caudales de los barrancos varían con las lluvias por lo que habrá que tener cuidado”, considera.

“Lo que recomendamos a la gente es que no venga a hacer una barranco en particular sino adaptarse a los caudales de los barrancos que se pueden hacer en ese momento en condiciones de seguridad”, agregó.

Por su parte, el presidente de la FAM, Javier Franco, se refiere a que en este arranque de la temporada “la gente tiene ganas de salir y recuperar el tiempo perdido durante la pandemia pero hay veces que esas ganas hacen que valoremos inadecuadamente las condiciones de los barrancos o de la montaña”.

Por ello, realiza un llamamiento a la prudencia y “en caso de retomar la actividad un par de años después tendremos que revisar el material, las condiciones físicas y valorar el grupo con el que vamos”.

Advierte de que “el deshielo en esta época del año hace que aumenten los caudales” e incide en que “habrá que adaptar la actividad a las condiciones al nivel físico de cada uno y disfrutar lo máximo posible del medio natural y del entorno que tenemos sin arriesgar”.

Y en caso de iniciarse en la actividad, “hay que ponerse en manos de un profesional o guía de barrancos”.

Por su parte, el jefe del Grupo de Rescates e Intervención en Montaña (Greim) de la Guardia Civil de Jaca, el teniente Baín Gutiérrez, indica que en este inicio de la temporada de descenso de barrancos, “lo más habitual son las lesiones en extremidades inferiores, como fracturas de tobillo que impiden continuar la actividad”. Como recomendaciones para evitar accidentes en el descenso de barrancos, insta a realizar una correcta planificación de la actividad, como el material e informarse “de cómo están las cuencas desde varios días hacia atrás, el deshielo, con los caudales de los ríos más importantes” a través de la CHE, además de informarse con las empresas de turismo activo y de guías de barrancos. “Además los barrancos están vivos y con un aguacero unas semanas antes pueden presentarse obstáculos como piedras en el fondo de una poza”, por lo que recomienda seguir las indicaciones de los guías de la zona que realizan descensos de forma continuada.

De este modo, señala que “la situación de los barrancos es muy cambiante porque dependen de la cuenca hidrográfica y de los propios afluentes”.

Incluso con el conocimiento del estado de los barrancos “hay que tener un poco de sentido común y observar si el agua viene marrón de posibles crecidas desde más arriba y saber renunciar a las actividades porque siempre va estar allí la montaña y el barranco”.