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SECTOR PRIMARIO

Agricultores confirman la merma de la producción de trigo y cebada

Durante las labores de la cosecha del cereal constatan que el grano ha perdido peso específico por el asurado

Trabajos de una cosechadora en un campo de cebada, esta semana en el municipio de Binéfar.
Trabajos de una cosechadora en un campo de cebada, esta semana en el municipio de Binéfar.
S.E.

Diferentes agricultores y cooperativas ya constatan sobre el terreno la merma de la producción de cereal de invierno por los calores prematuros del pasado mes de mayo que han dado lugar a un menor calibre del grano en los trigos y cebadas con los campos cosechados hasta la fecha.

Desde la Cooperativa de Barbastro, el ingeniero técnico agrícola, Javier Mur, estimó unas mermas en las producciones de cereales tanto de secano como de regadío de entre un 20 y 40 % de la producción respecto a años precedentes. Un hecho al que se suma la crisis de la guerra en Ucrania.

Si bien consideró que el campo ya venía de unas condiciones irregulares con lluvias en abril, que “hacía prever un buen desarrollo del grano hasta los calores sofocantes del mes de mayo, con un asurado o golpe de calor que ha afectado más cuanto más retrasados estuvieran los campos” y con una menor afección para los campos más adelantados.

De este modo, el grado de afección, explica Mur, “ha sido más importante en los campos de trigos y triticales que van a tener unos pesos específicos más bajos porque el asurado provoca que la planta evapotranspire más de lo que puede coger por la raíz”. El asurado además vino precedido por “un espigado que no fue bueno a principios del año con mucho frío”, en un ejercicio que calificó de “complicado climatológicamente”.

Situación de la cosecha de cereal en Los Monegros

Por su parte, Luis Alquézar, agricultor de Alcubierre, que regenta una explotación de 200 hectáreas de trigos y cebadas, se refirió a que esta zona monegrina es una en las que se ha empezado a cosechar antes y de las que menos ha afectado el asurado en la cebada, “donde hemos conseguido unos buenos pesos específicos al estar más adelantada”.

En el caso de los trigos, “hemos perdido bastante producción con los calores de mayo con poco peso específico y no salen los kilos de harina que tenían que salir”. Por ello, estima que “de una producción normal de 3.200 kilos pasará este año a reducirse entre 2.000 y 2.300 kilos”.

Con estas previsiones de baja producción, Alquézar indica que “en Los Monegros ya estamos acostumbrados a esta situación de baja producción” aunque reconoce que estos golpes de calor han afectado a otros puntos de la comarca como Leciñena y pueblos de alrededor. También recordó que a esta situación se suman las afecciones por el pedrisco de principios de junio en campos de Lanaja, Poleñino, Torralba de Aragón y Senés de Alcubierre. También hizo un llamamiento para que los cosechadores extremen las precauciones estos días de mucho calor para evitar que se produzcan incendios.

Por su parte, el agricultor de Binéfar Jerónimo Pueyo, explica que “se han cumplido las previsiones de baja producción” en los cereales de invierno.

Con las primeras impresiones recogidas a través de las primeras máquinas durante la cosecha, “la reducción de la producción en regadío es de entre un 20 y 25 por ciento respecto al 2021”.

Y en el caso de los secanos en Binéfar y San Esteban de Litera, “la merma será de un 50 por ciento y en algunos casos de hasta un 60 por ciento”.

De hecho, las empresas están dando parte a Agroseguro para peritar las afecciones.

Las máquinas han empezado a cosechar cebada desde hace ocho días y en esta semana, la colza. “Creemos que las pérdidas de producción en trigo y cebada irán a la par, e incluso puede salir más perjudicado el trigo porque el calor cogió a algunas cebadas más adelantadas”, explicó Pueyo.

En la próxima semana, avanzó el agricultor de Binéfar, “se sabrán mejor las pérdidas del trigo cuando empecemos a cosechar”. Con las perspectivas de unos precios al alza y la subida de costes de producción, “duele más tener menos producción de cereal” y avanzó que las perspectivas “son muy malas” para el cereal de este año.