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Rosa Prieto, atención al público con sonrisa

Después de trabajar en diferentes empresas y ciudades, lleva ocho años en el Centro de Salud de Sariñena

Imágenes de Rosa Prieto en su primera etapa de escolar y en la actualidad en el Centro de Salud de Sariñena.
Imágenes de Rosa Prieto en su primera etapa de escolar y en la actualidad en el Centro de Salud de Sariñena.
S.E.

Rosa Prieto está en atención al público en el Centro de Salud de Sariñena, y además de encargarse de las tareas administrativas, da la bienvenida a los pacientes, familiares y otros visitantes a medida que llegan a la zona de la entrada, proporcionándoles la información que necesitan, con una amable sonrisa. Posee una gran capacidad de comunicación, incluyendo un lenguaje respetuoso, claro y profesional, además de ser eficiente, servicial y tener empatía al momento de comunicarse con los pacientes y acompañantes.

Nacida en su casa de Sariñena, Rosa tiene muchos recuerdos de su infancia: “vivía en la calle de La Rosa, en aquellos tiempos que en cada casa había 2 o 3 hermanos y llenábamos la calle con nuestros juegos, cantos o travesuras, sobre todo para el verano, cuando salíamos a la fresca”.

Del colegio explica que comenzó en las Nacionales, “con Doña Tere y Doña Carmen, con 7 años pasé a las monjas, con Sor Magdalena y Sor María Jesús, hasta los 12 años que regresé a las Nacionales para hacer EGB, con Don Gonzalo y Don Ramón, muy buenos profesores, de los que guardo un grato recuerdo”, dice Rosa rememorando aquellos años en que también tenía tiempo para ir a coger cerezas “a huertos ajenos, donde el dueño nos encorría con un palo, así como cuando íbamos a coger regaliz”.

A los 13 años tuvo un accidente de tráfico y “por mi operación de cadera, estuve casi año y medio ausente del colegio, me pusieron un aparato en la pierna que no pude apoyar en un año”, pero esto no le impidió continuar su vida de adolescente. “Antes íbamos al río a bañarnos, y en cuanto abrieron las piscinas, a pesar de que no me dejaban, por problemas en mi cadera, tenía que hacer ejercicios en el agua; aquel verano fue distinto, llevaba un aparato en la pierna, dos hierros largos y tres correas los sujetaban, y por fin, dentro del agua era como los demás, no me dolía, no me pesaba, era muy feliz en el agua”, confiesa Rosa añadiendo que, “la natación es muy importante para mí, por salud, por estar bien y disfrutar”.

“La natación es muy importante para mí, por salud, por estar bien y disfrutar”

Rosa, como tantos sariñeneses de los 60, no ha olvidado a la Recañe, aquella señora que según le daba, te ponía el corte de helado más grande o más pequeño, en la puerta del cine Victoria, o los regalos navideños. “Mi hermana estudiaba fuera y en Navidad solía traer regalos como Juegos Reunidos Geyper o una muñeca de Famosa, ya que mis primas trabajan en la fábrica, el olor de la muñeca nueva todavía lo recuerdo”.

Después de trabajar en diferentes empresas y ciudades, lleva ocho años en el Centro de Salud de Sariñena, “en mi pueblo, contenta y feliz”, y como muestra cada día, “intentando hacer el trabajo lo mejor posible, educando en salud, mucha prevención y aconsejando que hay que hacer lo que realmente te hace feliz”, indica Rosa, cuyo objetivo es ofrecer un trato próximo y un buen servicio para que el paciente y su familia reciban una buena asistencia. Durante estos años, los vecinos y vecinas de Sariñena y todos los pueblos que pertenecen a este Centro de Salud conocen a nuestra protagonista como una gran profesional que se encarga tanto de la salud como de que estén informados en todo momento.  

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