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RECURSOS HÍDRICOS

La sequía se perpetúa y amenaza con dejar cifras similares a 2012

El Aragón a su paso por Yesa y la zona oriental, Cinca y Noguera, son las más afectadas

Imagen del embalse de Vadiello esta semana.
Imagen del embalse de Vadiello esta semana.
Pablo Segura

La sequía se perpetúa en el Alto Aragón y, en el horizonte, ni una gota de agua, ni una borrasca prevista para los próximos días mientras los embalses, día a día, siguen desciendo. La cota está por debajo de la media de los cinco últimos años y en algunas cuencas, las cifras están entre las tres peores de los últimos 25 años. La alerta por la agonía que sufren los embalses está activada, si bien aseguran desde la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) que no se teme por los suministros y que a pesar de que las cifras son bajas, las mejoras acometidas en los últimos años garantizan los usos.

La situación se asemeja a la vivida hace una década y es la zona oriental de la provincia de Huesca donde el largo estío ha hecho más mella. Sin embargo, si se echa un vistazo por cuencas, la de Yesa es la que peores registros presenta, y además, con una evolución negativa.

Embalses a menos del 50 %

Las reservas tanto en el Canal de Aragón y Cataluña como en Riegos del Alto Aragón comienzan a asimilarse a las de una sequía que aún perdura en la memoria, la de 2012.

En el sistema de Santa Ana-Escales-Canelles, los embalses están al 48 % de llenado, una cifra un poco más alta que las últimas dos sequías que se recuerdan (2005/2006 y 2012). En el Cinca, Mediano-El Grado, las reservas son similares también a las de hace una década. Con 482 hectómetros cúbicos, con un 57,8 % de su capacidad, es el cuarto peor registro del último cuarto de siglo. No es halagüeña, pero sin duda mejor que la de los vecinos del Segre, que llevan semanas ajustando caudales. Desde el organismo de cuenca aseguran, además, que las mejoras realizadas tras la sequía de 2005 -retrocanal- y la creación de San Salvador, garantizan todos los usos.

En la zona occidental de la provincia de Huesca hubo más lluvias, aunque Yesa está en niveles todavía más bajos que el Cinca y el Noguera, que son similares a los de 2005, cuando se registró la gran sequía del último cuarto de siglo y ejercicio en el que tardó en recuperarse caudales. La CHE apunta a la falta de regulación en el caudal como uno de los motivos por los que las reservas caen en picado en esta zona. El otro gran río de esta zona, el Gállego -más regulado-, se salva, si bien los niveles están en tan solo un 67% de su capacidad .

Poca lluvia y un deshielo muy rápido en mayo

La CHE habla de sequía. Y es que se considera ‘sequía meteorológica’ cuando durante tres meses seguidos no hay aportaciones pluviométricas y las reservas están por debajo de la media histórica. Toda la margen izquierda del Alto Aragón lo está. A esa falta de lluvias se suma el deshielo rápido y adelantado favorecido por el calor en mayo.

El segundo parámetro que miran desde el organismo de cuenta es la escasez, que es la que determina la situación en la que se encuentran. De momento, la margen izquierda del Ebro en el Alto Aragón está en alerta. ¿Qué significa? Que la CHE hace un seguimiento más intensivo, pero aseguran que no hay que tomar ninguna medida e insisten en que están garantizados los usos.

Las obras acometidas en los últimos 15 años garantizan el suministro

Una nueva traída de agua para Huesca desde Valdabra, el retrocanal en el Canal de Aragón y Cataluña, y San Salvador son algunas de las mejoras acometidas en los últimos quince años por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en el Alto Aragón, unas obras que, aseguran, garantizan los usos en situaciones como la actual en la que se están registrando cifras por debajo de la media histórica y las reservas están cayendo en picado. Con cifras similares a las de 2012, a excepción de Yesa, cuya situación es más alarmante, de momento no hay ninguna restricción.

La última mejora anunciada, la variante de la acequia de La Mola, fue adjudicada hace apenas cuatro meses. Con un presupuesto de 5,2 millones de euros, se realizará la obra para llevar a cabo esta actuación destinada a la mejora en la explotación del sistema del Canal de Aragón y Cataluña (Huesca-Lérida), con el que se riegan más de 100.000 hectáreas. La mejora flexibilizará y hará más eficiente el sistema desde el punto de vista hidráulico, pero también energético y ambiental.

El objetivo principal de esta actuación, muy demandada por los usuarios, es equilibrar el número de hectáreas que ahora dependen de la zona alta del sistema, abastecida desde la cuenca del río Ésera, que cuenta con menor regulación y, por tanto, menor garantía, y la zona baja, abastecida desde la cuenca del Noguera Ribagorzana, con mayor regulación de caudales.

Además, con esta infraestructura se reducirá el uso del denominado “retrobombeo”, una solución técnica construida de emergencia después de la sequía de 2005 para redistribuir el agua entre esas dos zonas en situación de bajas reservas y que, a pesar de cumplir su misión, conlleva un importante consumo energético.

Esta variante de la acequia de La Mola consiste en la construcción de una tubería de unos 6 kilómetros que permitirá pasar 4.000 hectáreas de las comunidades de regantes de la zona alta a la zona baja del sistema y con un suministro por gravedad evitando bombeos. Todo ello redundará en una mejora general de la explotación de todo el sistema de regadío dependiente del Canal de Aragón y Cataluña.