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ALTO ARAGÓN

Preocupación en el campo por la falta de lluvias este verano

Asaja, Uaga y Araga apuntan a la falta de embalses frente al déficit y UPA confía en que el "agua llegue de forma generalizada a la siembra de secano"

Estado que presenta un campo de Torralba de Aragón por la falta de lluvias.
Estado que presenta un campo de Torralba de Aragón por la falta de lluvias.
S. E.

Las continuadas olas de calor agravadas por la ausencia generalizada de precipitaciones salvo casos puntuales de tormentas este verano han generado una gran preocupación en el sector primario y organizaciones agrarias de la provincia que confían en que la situación se revierta con las lluvias de cara a la siembra de secano.

El presidente de Asaja Huesca, José Fernando Luna, expresa que “se tiene que hablar de sequía para un periodo prolongado de ausencia de precipitaciones”. En su opinión, “sabremos en septiembre si el año ha sido seco si los registros meteorológicos no llegan a la media de litros por metro cuadrado que tenemos estipulada en cada zona”. De este modo, matiza “que este periodo de ausencia de precipitaciones está haciendo que el calor parezca más grande”.

Frente a ello, pone como ejemplo que en las localidades de Robres y Senés de Alcubierre se recogieron 140 litros por metro cuadrados por dos o tres tormentas registradas en julio.

De hecho, recuerda que “la ausencia de precipitaciones en mayo fue una catástrofe para el secano cerealista”.

Para el responsable de Asaja Huesca, las elevadas temperaturas de este verano “están perjudicando mucho a todos los cultivos leñosos como la vid, el almendro y el olivo” debido a que la fruta, recordó, “fue castigada por las heladas de abril”.

Luna enumera que “existe una situación de sequía social generada por la alarma que están generando los incendios” y recuerda que se criminalizó al agricultor por los incendios del pasado mes de junio. “Ahora resulta que los grandes incendios están siendo en agosto cuando las tareas de recolección ya han terminado por causas de redes eléctricas, trenes o rayos”, a la vez que defiende la “profesionalización de los maquinistas y cosechadores”.

Por otro lado critica “las dificultades que están creando las políticas pseudoecologistas medioambientalistas” frente a los montes “que están generando una maleza seca que en caso de crearse un incendio rápido la capacidad de frenarlo es más difícil que cuando estaba el terreno con vegetación verde o con los pastos del ganado”.

Por otro lado, Luna indica que “existe una sequía estructural para recoger agua” al existir un déficit de obras de almacenamiento hídrico.

Por todo ello, el presidente de Asaja Huesca se muestra partidario de “disponer de una buena política de bosques, una buena política rural para dejar que la gente de los pueblos siga cuidando y cultivando los bosques, caminos y balsas y estructuras de almacenamiento de agua en los cauces de los ríos”. Según añade Luna, “toda esta política va a hacer que se reabra a nivel nacional el tema del trasvase del Ebro”.

En su opinión, “la magnitud de los incendios se produce por la falta de cuidado de los montes”.

Para el secretario general de Uaga Aragón, José María Alcubierre, la preocupación del sector primario por la falta de agua “es alta porque sin agua no hay vida”. Y expone como ejemplo que en menos de un mes comienzan las siembras de secano. “El terreno está muy duro porque prácticamente no ha recibido agua desde la cosecha y ha perdido biodiversidad”, comenta.

También se refiere a que de la superficie de secano también se alimenta la ganadería extensiva. Unos pastos “que ya se están viendo afectados en algunas zonas del Pirineo”. Y por último, se mostró preocupado por el regadío “para que puedan regarse todos los cultivos de una manera adecuada”.

Según Alcubierre, “habrá que pensar si la situación actual es producto de la sequía o del cambio climático por lo que habrá que empezar a tomar decisiones a largo plazo como los nuevos regadíos que se puedan generar con las ampliaciones de las reservas hídricas”.

Asimismo desde Uaga se pide a la administración que “el seguro agrario se adecue a la situación de cambio climático”.

Por su parte, el secretario general de UPA Aragón, José Manuel Roche, se refiere a que “el año agrario ha sido anómalo, con bastante incertidumbre de cara al nuevo año agrario, “con unas heladas desastrosas en primavera en la fruta, olas de calor que han mermado la producción de cereales entre un 25 y un 30% y una escasez de lluvia brutal que ha hecho que nuestros embalses se encuentren en una situación complicada”.

Con el déficit hídrico actual de los embalses, “vamos a depender mucho de cómo viene el invierno y la primavera para asegurar una campaña con garantías, especialmente a partir del mes de abril”. Roche confía en que llegue “agua de forma generalizada para las siembras de secano”. Y prevé descensos de un 50% de la producción de la almendra por las heladas, el calor y la sequía respecto al año anterior y también en la oliva.

Ante la ausencia de precipitaciones, el presidente de Araga, Jorge Valero, espera “un otoño lluvioso de cara a la campaña que viene” aunque confía en que “haya una gestión eficiente del agua, se embalse y se mantenga con la prioridad de utilizarla para la producción del alimentos y no de energía”.

El presidente de Araga aboga “por realizar una buena gestión medioambiental como limpiar los montes y poder cultivar los campos en condiciones”.