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ALTO ARAGÓN

Hacer prácticas de medicina en el mundo rural para luchar contra la falta de facultativos

La DPH ha aprobado la modificación del convenio de colaboración con la Universidad de Zaragoza
para la formación de médicos

Centro de Salud de Aínsa
Centro de Salud de Aínsa
S.E.

Durante siete años, la Diputación Provincial de Huesca ha aportado 17.000 euros anuales a la Universidad de Zaragoza para financiar la contratación de profesores que tutelen las prácticas clínicas de alumnos en el Hospital San Jorge o en un centro de salud de la ciudad de Huesca. La institución ha propuesto una serie de modificaciones en el convenio para dar preferencia a la formación de de médicos de familia en el medio rural.

La DPH está dispuesta a incrementar su aportación, hasta un máximo de 50.000 euros anuales, para costear la contratación de tutores en centros de salud de pequeñas y medianas localidades altoaragonesas. Así se aprobó en la Comisión de Cultura, Educación y Deporte de la DPH para plantearlo en el convenio con la Universidad.

La falta de facultativos en el medio rural es un problema que será cada vez más grave, en todas las Comunidades Autónomas independientemente de su signo político. Según advierte el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos en su estudio ‘Medicina y el médico rural en la actualidad’, en España el 28% de los médicos rurales se jubilarán en los próximos 5 años y un 60% supera ya los 50 años de edad.

El Presidente de la DPH, Miguel Gracia, ha afirmado que “la institución estudia fórmulas que minimicen esta realidad”, porque, pese a no tener competencias en este ámbito, entiende que “debe abordarse en tanto en cuanto nos referimos a un servicio básico y elemental como es la sanidad en nuestros pueblos y localidades”.

La falta de médicos de familia y atención primaria en las zonas rurales es una de las principales razones que motivan la modificación del convenio entre DPH y Universidad de Zaragoza. Por otro lado la declaración del San Jorge como Hospital General Universitario de 2020 significa que debe contar con la dotación presupuestaria del Departamento correspondiente, para contratar personal que tutele las prácticas de los estudiantes.

La existencia de centros de salud locales en cabeceras de comarca altoaragonesas y pequeñas localidades que también requieren de un impulso de personal. En última instancia, el desconocimiento de los estudiantes de Medicina sobre la realidad rural lleva a no escoger este tipo de destinos, tal y como se puso de manifiesto en el acto de entrega de la Cruz Sencilla de Orden Civil del Ministerio de Sanidad al médico del valle de Gistaín, Guillermo Bernués, como referente de la atención primaria rural. “Es necesario establecer unos itinerarios rurales en la formación y desarrollo de prácticas de los titulados en Medicina”, ha dicho Miguel Gracia.

El Gobierno de Aragón a través del departamento correspondiente debería regular y corregir, en lo posible, cuestiones de su competencia estas dificultades y limitaciones, siendo conscientes de que aún así no será suficiente.

El Gobierno central por su parte, oposición, Comunidades Autónomas y organizaciones sectoriales deben poner de su parte y alcanzar consensos para abordar temas referentes a la Ley de Autonomía Universitaria, números clausus, “fugas” de profesionales de la sanidad pública, nuevas regulaciones y planificaciones en los itinerarios de los MIR, entre otros.

Se trata de que este grave problema, que sobre todo afecta al medio rural y a la gente que vive en ese territorio, no sean abordados desde enfrentamientos políticos o determinados intereses tanto partidistas como sectoriales”, ha añadido Gracia.