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Piden pagos por servicios al medio ambiente para prevenir incendios

La Asociación Española de Municipios de Montaña reclama incentivos al sector primario por sus prácticas beneficiosas para los ecosistemas

Marcel Iglesias (PSOE), presidente de la Comarca de la Ribagorza.
Marcel Iglesias, presidente de EsMontañas..
Elena Fortuño

La Asociación Española de Municipios de Montaña (EsMontañas) ha reclamado un esquema de pagos por servicios ambientales para reducir los incendios y desarrollar las zonas de montaña.

Los pagos por servicios ambientales, también conocidos como pagos por servicios o beneficios ecosistémicos, son incentivos ofrecidos a los agricultores, ganaderos y selvicultores en compensación por las prácticas beneficiosas para los ecosistemas que realicen. Se trata de completar el “quien contamina paga” con el “quien lo hace bien, recibe”.

La gran cantidad de incendios de este verano han puesto de manifiesto los graves problemas ambientales que se han creado por el abandono de los montes en nuestro país. “Es evidente que las políticas ambientales de las últimas décadas han fracasado y hay que dar un cambio de timón en la gestión ambiental de nuestros montes”, declaró el presidente de EsMontañas, Marcel Iglesias.

Para tener un medio ambiente sano, unos ecosistemas capaces de proveer de recursos de una forma ecológica y respetuosa con la biodiversidad, este colectivo destaca el papel de las personas que se dedican a la agricultura, la ganadería y la selvicultura.

La asociación alude a que las actuales normas ambientales se han mostrado por lo general inefectivas en la protección de la naturaleza. “Prohibir las actividades tradicionales e incentivar el abandono de los montes, junto con la situación de calentamiento global, han llevado a los montes españoles a una situación realmente peligrosa en lo que se refiere a la posibilidad de que se vean afectados por grandes incendios, como hemos visto este verano”, explican.

Para Marcel Iglesias, “sacar a la gente de los bosques no es la solución sino una gestión sostenible y unos paisajes adaptados a la situación ambiental actual”.

A su juicio, “como seres humanos dependemos de los servicios que nos prestan los ecosistemas, no solo los materiales como la madera o los alimentos, sino el agua que bebemos, la pureza del aire que respiramos o la neutralización de las emisiones de CO2 dependen de que los ecosistemas de montaña se mantengan en buen estado”.

Según Iglesias, “hoy por hoy estamos ignorando la posibilidad que tendría el beneficio social y ambiental del pago por servicios ambientales”. Las zonas de montaña son ambientalmente muy sensibles por lo que existe la obligación de cuidarlas.

Desde EsMontañas proponen políticas específicas para las zonas de montaña que incentiven la producción ecológica y las prácticas ambientalmente sostenibles, que pongan en valor la labor de las personas que viven del monte y trabajan en él.

Este pago puede cumplir una doble función: mejorar la capacidad de adaptación de los ecosistemas a la nueva situación ambiental y combatir el abandono rural.

“El pago por servicios ambientales no es un subsidio, ni un regalo por vivir en una zona de montaña. Se trata de que cobre aquella persona o empresa que puede cuidar de ese recurso ambiental y conseguir la mejora de este”, explicó Iglesias.