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Las siembras de cereal, en peligro por los alto costes de producción

El presidente de Asaja Huesca, José Fernando Luna, ha explicado el riesgo de la viabilidad de las explotaciones de secano y regadío

José Fernando Luna, presidente de Asaja Huesca, este martes en rueda de prensa.
José Fernando Luna, presidente de Asaja Huesca, este martes en rueda de prensa.
Pablo Segura

El incremento de los costes de producción pone en riesgo la viabilidad de las explotaciones de los cereales, especialmente en zonas áridas de la provincia de Huesca. Así lo ha indicado este martes en rueda de prensa, el presidente de Asaja Huesca, José Fernando Luna, con esta situación "la siembra de otoño e invierno de cereal en la campaña 2022/2023 se encuentra en riesgo".

Ha puesto como ejemplo que los costes de producción de una hectárea de secano árido ascienden a 750 euros por hectárea, lo que supone un incremento de 220 euros respecto al año anterior. Y se precisan "hasta 2,3 toneladas por hectárea para cubrir los costes de producción cuando el rendimiento histórico es de 1.000 a 1.500 kilos por hectárea".

Con esta situación, "el agricultor está pensando en sembrar o no" de modo que puede existir desabastecimiento de problemas de suministro en caso de que el agricultor decida no realizar la siembra en secano árido.

En el caso del secano fresco, los costes de producción se elevan a 924 euros por hectárea, que supondrían 310 euros más que el año pasado. Con ello, se precisarían 2,9 toneladas que recoger para cubrir los costes de producción cuando la media se sitúa en torno a las dos toneladas.

Respecto a un regadío normal, el coste de producción de este año a 1.277 euros por hectárea, lo que supone un incremento de 450 euros por hectárea más que el año pasado. De este modo, según Asaja, el rendimiento para cubrir los costes de producción se sitúa en torno a los 4 toneladas por hectárea.

Con todos estos datos, el presidente de Asaja Huesca "alerta de la inviabilidad económica de sembrar con los costes de producción actuales" y ha achacado esta situación al incremento de los costes energéticos por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), "que está haciendo inviable cualquier desarrollo agronómico en la zona".

Respecto a la cosecha del maíz, Luna ha querido dejar claro "de que el agricultor se va a dar cuenta de que los costes de producción del año pasado de 1.900 euros por hectárea, este año van a a pasar 3.000-3.100 euros por hectárea".

Al final con esta situación, "el motivo de que no podamos sembrar es el económico pero en muchos casos va a haber un desabastecimiento de fertilizantes, por lo que han fabricado mucho menos".

 Según el presidente de Asaja Huesca, "la subida del coste de los producción hace inviable acometer la siembra".

Desde Asaja Huesca, ha comentado Luna, "se está estudiando la reforma de la PAC para que el agricultor sepa cuál es la situación actual y lo que puede sembrar y se haga cargo de los costes de producción, en función de la normativa política europea y de la situación económica de cada uno".

Por otro lado, Luna se ha referido a la situación actual de “huelga encubierta de los trabajadores del puerto de Tarragona, que está provocando una ralentización de carga que podría provocar el desabastecimiento de las integradoras para realizar pienso”.

Con esta situación, “ no se va a poder sembrar en muchas zonas de Aragón llegando a un posible desabastecimiento de cereales para realizar pienso y por lo tanto para realizar alimentos de cercanía”.

El responsable de Asaja Huesca y portavoz de Asaja Aragón ha atribuido esta situación al incremento de los costes de energía, de modo que “las fábricas de abono han multiplicado por dos y por tres el precio de los fertilizantes y con una subida de los costes de los herbicidas y de las semillas”.

Para Luna, "la falta de abastecimiento en el puerto de Tarragona está ralentizando la mercancía de maíz y de soja que les llega a su fábrica" por lo que las fábricas de pienso están alertando de la falta de mercancía. Además, se ha referido" a que todo el maíz que entra en el puerto de Tarragona, está modificado genéticamente y que en Europa no se nos deja plantar".

Por ello ha propuesto, “algún tipo de ayuda para aminorar los costes de producción y ampliar el barbecho”.