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GESTIÓN DE RESIDUOS

Altorricón, Fonz y Monzón dejan de tratar los purines

Los altos costes energéticos obligan a paralizar la actividad de estas plantas

Instalaciones de la planta de purines de la empresa Energyworks S.L., en Fonz.
Instalaciones de la planta de purines de la empresa Energyworks S.L., en Fonz.
S.E.

Las plantas de tratamiento de purines de cerdo en Altorricón, Monzón y Fonz se han visto obligadas a cerrar temporalmente su actividad por los altos precios del gas, la incertidumbre regulatoria y la intervención del mercado.

Estos son los motivos que han llevado a las empresas privadas que las gestionan a paralizar su actividad, si bien en el resto de la provincia y comunidad autónoma se mantienen activos los centros gestores de purines que gestiona el Gobierno de Aragón.

La Asociación para el Desimpacto Ambiental de los Purines (Adap), que integra a 21 plantas de tratamiento y gestión eficiente y ecológica de los subproductos ganaderos, fundamentalmente purines de cerdo en España que incluye a las tres citadas de la provincia, señala que la publicación del RDL 17/2022, que incluye a la cogeneración en el mecanismo de topado del gas, no soluciona en absoluto este problema, que empeora a la espera de un marco regulatorio que permita a las plantas volver a la actividad.

El presidente de Adap, José Capdevila, considera que de no tratarse los purines “habría que realizar desplazamientos mucho más largos para aplicarlos en condiciones agronómicas”.

Según Capdevila, “el mecanismo de topado de gas no soluciona el problema al beneficiar a las familias y a las empresas por tener la electricidad más barata pero ha perjudicado a algunos sectores como el nuestro porque no nos ha dado margen de funcionamiento”.

Como consecuencia de esta situación, “aproximadamente el 50 por ciento de las instalaciones de tratamiento de purines en la provincia se encuentran en Erte”. Como actividad regulada, Capdevila recordó que estas empresas albergan plantas de cogeneración “que envían energía térmica para reducir el volumen de los purines” y a su vez “tratan los purines para evitar la contaminación del medio ambiente”.

Con la situación actual, “las plantas de tratamiento de purines tenemos unas compensaciones de retribución por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a nuestra labor ambiental que en estos momentos no cubren todos nuestros gastos operativos”. Por ello, urgen al Ministerio a solucionar la grave situación con medidas que favorezcan un marco regulatorio estable que garantice la continuidad y extienda la vida de las plantas de forma que puedan reiniciar su actividad ambiental.

Por su parte, la alcaldesa de Altorricón, Susana Ramón, dejó claro que el cierre de la planta Desimpacto de Purines de Altorricón S.A., “está cerrada de forma temporal hasta que se arregle la situación” y anunció que tiene previsto reunirse con los responsables de la empresa.

A juicio de la regidora municipal, “es lógico que la empresa cierre si el gas está caro” para poder continuar con su actividad y confió en que puedan reabrirse en breve con la medida anunciada por el Gobierno central para que “las plantas de cogeneración puedan acogerse a la ‘excepción ibérica’”.

La alcaldesa de Altorricón indicó que la carta remitida por la empresa al Ayuntamiento “justifica su cierre por los altos precios del gas” y confió en que “la situación pueda revertirse” en breve.