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Las reservas de los embalses, por debajo de la media en cinco años

Las cuencas del Gállego-Cinca y el Noguera Pallaresa se encuentran en alerta

El embalse de Mediano presenta unas reservas mínimas muy por debajo de lo habitual para estas fechas.
El embalse de Mediano presenta unas reservas mínimas muy por debajo de lo habitual para estas fechas.
P.B.

La cuenca del Ebro ha cerrado el año hidrológico 2021-2022 con reservas inferiores a la media de los últimos cinco años tras la sequía prolongada de este verano y las bajas precipitaciones registradas durante parte del invierno, casi toda la primavera y el periodo estival.

El estado de alerta se aplica a las cuencas del Gállego-Cinca y el Noguera Pallaresa mientras que la del río Aragón se encuentra en situación de emergencia, han informado desde la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en un comunicado de prensa.

En el cómputo general, las reservas de los embalses se sitúan por debajo de los 2.900 hectómetros cúbicos (37 %), inferiores a la media de los últimos 5 años, que es de 4.200 hectómetros cúbicos (53 %) cuando el año hidrológico comenzó con unas reservas de 4.080 hectómetros cúbicos (51 %).

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) informa que en el conjunto de la cuenca, en este año hidrológico ha habido un 13 % menos de precipitaciones que la media de los últimos 20 años, y destaca el periodo de los meses de mayo, junio y julio, con unas precipitaciones un 50% inferiores a la media de esos últimos 20 años.

Desde el organismo de cuenca atribuyen este descenso del agua embalsada respecto a otros año se debe fundamentalmente a las menores precipitaciones, que se han traducido también en menores aportaciones de agua a los ríos, especialmente en los embalses situados en la margen izquierda de la cuenca.

La temprana fusión de la nieve en los Pirineos, que este año comenzó a mediados de abril, tampoco ha permitido aprovechar estas aportaciones como en otras temporadas.

A todo esto hay que sumar las altas temperaturas de los meses de mayo, junio, julio y agosto, que han aumentado también los procesos de evapotranspiración y con ello un aumento de las demandas hídricas en los cultivos, apuntan desde la CHE.

Asimismo la falta de aportaciones nivales y pluviales en junio ha impedido reponer las reservas gastadas durante los primeros meses de la campaña de riegos. Esto hizo que se llegase al comienzo del verano con unas reservas embalsadas de unos 5.400 hectómetros cúbicos (68 %), cuando lo normal sería llegar a ese momento con unos 1.000 hectómetros cúbicos más (80 %).

Por volúmenes de embalses de sistemas de riego, la parte del Noguera Ribagorzana del Sistema de Riegos de Aragón y Cataluña está al 34%, unos 16 puntos porcentuales menos al volumen con el que finalizó el anterior; Riegos del Alto Aragón ha quedado al 32%, unos 10 puntos inferior al de hace un año mientras que la parte del Ésera del Sistema de Riego de Aragón y Cataluña está al 48 %, unos 11 puntos porcentuales menos que en 2021.