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"No quiero que mi padre se acerque a mí ni a mis hermanos"

La Audiencia Provincial de Huesca ha acogido este lunes la reproducción del hijo mayor de Hassna, víctima de asesinato en junio del 2021 en Barbastro

El acusado por el delito de asesinato en Barbastro, este lunes en la Audiencia Provincial de Huesca.
El acusado por el delito de asesinato en Barbastro, este lunes en la Audiencia Provincial de Huesca.
Pablo Segura

"No quiero que mi padre se acerque a mí ni a mis hermanos", ha relatado el hijo mayor de 13 años de Hassna, la mujer que murió de forma violenta a manos de su expareja con un cuchillo de cocina en junio de 2021 en Barbastro delante de sus tres hijos de 1, 5 y 13 años.

Esta ha sido la declaración inicial que se ha expuesto en una reproducción este lunes en la Audiencia Provincial de Huesca en la que se  juzga desde el pasado viernes a Abdelkader. M., por el presunto asesinato de  su expareja Hassna, a la que apuñaló de forma violenta y delante de los tres hijos en el domicilio de ella en Barbastro, tras una fuerte discusión que alertó a los vecinos tras escuchar los gritos en el interior el domicilio.

En la reproducción expuesta en la vista oral de este lunes, el hijo mayor ha comentado que trató de reanimar a su madre sin éxito y llamó al 112. "Él se sentó en el suelo y me empezó a dar las llaves del coche, un sobre...", ha relatado el menor en la reproducción en la que ha dejado claro que no se llevaba bien con su padre, quien "ya recibía pastillas por el estrés". La discusión giraba en torno a que su padre "quería vender la casa y quedarse con el dinero".

Una vecina del séptimo piso que ha comparecido como testigo, ha reconocido que escuchó fuertes golpes y una voz que empezaba a decir: "Toma, toma y toma" y "paga eres muy mala". Tras sucederse los hechos, la vecina le ha dicho que le impactó la "frialdad" de Abdelkader le dijera que "no pasa nada y que se marchara para su casa" También ha recordado que escuchaba gritos del primer piso pidiendo una ambulancia y socorro.

Otra vecina de la vivienda que ha comparecido este lunes ante el tribunal del jurado que se encarga de enjuiciar el caso y que mantenía una relación estrecha con Hassna ha comentado en declaraciones a la fiscal este lunes que “la relación con Abdelkader ha sido de 13 años de sufrimiento” y que le contó que “él intentó suicidarse en el coche con ella dentro”.

Como vecina pudo entrar en la vivienda, y escuchar al hijo mayor que decía “mamá ya no tiene pulso” y que éste le dijo que “su padre cogió un cuchillo y acuchilló a su madre”, comentaba muy afectada al recordar la escena del crimen quien ha indicado que el hijo mayor de Hassna se encuentra “perdido” tras los hechos. Acto seguido se ha dirigido al acusado “de ser el responsable en caso de que alguno de los tres hijos pierde el rumbo” durante su vida a consecuencia de los hechos.

En respuesta al letrado de la defensa, Javier Vilarrubí, la vecina de Hassna le había comentado que la causa del divorcio “eran muchas cosas”, entre ellas que “le maltrataba, le pegaba, controlaba mucho y le acusaba de engaños” e incluso “le llegó a decir que tenía miedo”. 

De ese miedo también ha hablado otro de los amigos de Hassna, quien ha reconocido que “ella me dijo que quería vender el piso pues Abdelkader insistía mucho y tenía miedo de él” al tratarse de una “persona violenta”. Este amigo llegó a decirle a Hassna “que no dejara entrar en la casa a su expareja” pese a que el tenía una orden de alejamiento y ella le reconoció “que (Abdelkader) le había agredido tres veces y no lo había denunciado”.

En cuanto a las declaraciones de los guardias civiles, uno de los encargados de su detención ha comentado este lunes en la vista oral, que el acusado se encontraba junto a la pared y llevaba un bote de Sanitol (desinfectante) y con cortes en las manos. Y en el momento en el que el agente trató de preguntarle qué había pasado “me intentó agredir por lo que lo saqué” fuera del domicilio donde pudo reducirlo con ayuda de otro agente y una vez en el suelo y le puso las esposas “ya se quedó tranquilo”.

Otra de las agentes de la Benemérita que recibió la llamada a través del servicio de emergencias del 112, ha recordado que la conversación le impactó mucho “por el nerviosismo del niño, las voces de los otros niños y una voz grave que decía mi padre ha matado a tu madre” o expresiones de “está muerta”, en referencia a Hassna.

Por otro lado, la médico del 061 que asistió al lugar del crimen con una UVI móvil de Barbastro ha comentado a los letrados que la víctima estaba en el suelo boca arriba, rodeada de una gran cantidad de sangre, con un herida muy clara en el cuello por lo que “no había lugar para reanimar a la víctima, tras estar sin pulso ni actividad cardíaca”.

Y otra enfermera del 061 que también había acudido a auxiliar a la víctima ha indicado que en el momento de llegar al lugar de los hechos “no presentaba signos vitales con el electrocardiograma” y tras los trabajos del equipo del Servicio Vital Básico que trataron de reanimarla sin éxito. Según la enfermera, “todo el volumen sanguíneo de la víctima estaba en el suelo” y ha dejado claro que “cada minuto que pasa sin hacerse una reanimación la víctima pierde un 10 por ciento de posibilidades de salvar su vida”

Peticiones

Fiscalía, acusación particular y acusación popular -ejercida por el Gobierno de Aragón- han solicitado una petición de cárcel de 27 años por un delito de asesinato con las agravantes de parentesco y género, además de dos delitos de maltrato psicológico.

La defensa reclama la eximente completa para su representado por la situación de trastorno mental.