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GANADERÍA

Los bueyes Serranos de Teruel llegan a Orós como “producto diferenciado”

La ganadería familiar Borda Matías cría 8 ejemplares de una raza en peligro de extinción como "alternativa de calidad"

Dos bueyes de la raza Serrana pastan en campos de Orós Bajo.
Dos bueyes de la raza Serrana pastan en campos de Orós Bajo.
Borda Matías

En Orós Bajo, núcleo de la comarca del Alto Gállego, la ganadería familiar Borda Matías ha iniciado la cría de bueyes Serranos con el objetivo de generar productos diferenciados y con identidad a partir de una raza autóctona aragonesa en peligro de extinción, la raza Serrana de Teruel.

Rosa Avellanet y Ricardo Azón, de la Borda Matías, explican que la raza Serrana procede del tronco negro ibérico y ocupa las serranías del Sistema Ibérico. “Hoy en día su censo es muy reducido y se encuentra disperso por comarcas de Burgos, Soria, La Rioja y Teruel. Históricamente, tanto las vacas como los bueyes Serranos fueron muy apreciados para el trabajo agrícola y el arrastre de carretas y madera. El fin de la tracción animal con la llegada de la mecanización agraria la llevó al borde de la desaparición”.

Ahora, orientando los bueyes Serranos a la producción cárnica, se abre de nuevo un futuro halagüeño a esta histórica raza.

Rosa Avellanet y Ricardo Azón señalan que sus bueyes de raza Serrana, ocho de diferentes edades, “se están criando en régimen extensivo, en prados y pastos de montañas y con suplemento de forrajes en invierno, durante un mínimo de cinco años. Su engorde se terminará con piensos naturales para lograr el engrasamiento óptimo”. Con esta experiencia, dicen, “queremos valorizar una raza rústica, autóctona y amenazada mediante una producción alternativa, sana y de calidad. Nuestros bueyes cumplen todos los estándares de producción: Es una raza rústica, autóctona y amenazada. Su crianza es extensiva y en semilibertad durante al menos cinco años. Su crecimiento es lento, lo que da lugar a carnes sanas, con textura y de gran calidad organoléptica. Su alimentación es natural, a base de pastos de montaña y de prado y forrajes”.

Apuntan que su idea es ir incorporando a esta ganadería entre tres y cuatro animales al año. Además, en 2023 tienen intención de empezar a comercializar su carne, “posiblemente mediante venta directa o en algunos restaurantes interesados”, concluyen.