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IPE utiliza drones en Ordesa para hallar refugios microclimáticos

El centro es pionero en el mundo en esta tecnología para paliar los efectos del cambio climático

Los drones identifican refugios microclimáticos a escala centimétrica en zonas montañosas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Los drones identifican refugios microclimáticos a escala centimétrica en zonas montañosas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
D.A.

El Instituto Pirenaico de Ecología (IPE) es pionero mundial en el empleo de drones para identificar refugios microclimáticos con el objetivo de conservar la biodiversidad. La pérdida de esta es una de las consecuencias más significativas y negativas del cambio climático.

Desde el IPE señalaron que para conservarla es prioritario identificar áreas y características ambientales que reduzcan la exposición de los seres vivos a los efectos del calentamiento global. Con esta finalidad, este centro, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Csic), y el Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio de la Universidad de Zaragoza han empleado por primera vez vehículos aéreos no tripulados (drones) para identificar refugios microclimáticos a escala centimétrica en zonas montañosas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

Estos pequeños emplazamientos, localizados en laderas norte, bajo acantilados rocosos y zonas boscosas, hay una variedad de seres vivos y microorganismos que están menos expuestos al calentamiento global y, por tanto, tienen mayores probabilidades de supervivencia, informó la Delegación en Aragón del CSIC en una nota de prensa.

En esta investigación, publicada en Remote Sensing of Environment, la revista de mayor impacto dentro de su categoría, han participado Begoña García, científica titular del IPE desde 2002. Los autores utilizan un enfoque novedoso ya que es la primera vez en el mundo que se utilizan drones para este fin.

De hecho, el proyecto se va a extender a otros parques nacionales españoles. “Se determinaron las áreas térmicamente más estables con los datos proporcionados por un dron equipado con cámara térmica, capaz de registrar en las bandas espectrales visible e infrarroja térmica de la superficie terrestre a muy alta resolución espacial, apenas unos centímetros”, expuso García.