La carretera del cañón de Añisclo (HU-631) lleva cortada al tráfico más de cinco meses, desde el desprendimiento que se produjo a finales de noviembre por las lluvias. La directora del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Elena Villagrasa, confía en que se reabra “pronto” y que “para verano esté resuelto”, aunque todavía están a la espera de que el Departamento de Carreteras -que tiene la competencia- acometa la actuación. 

También están pendientes de que se repare el puente sobre el Cinca, en la pista de la zona de La Larri, que se lo llevó una crecida el pasado septiembre. Villagrasa explica que se ha hecho el proyecto y espera que “en breve se inicie la obra”, aunque tampoco depende de ellos. 

Las dos incidencias no impiden llegar a sus respectivos destinos porque existen alternativas, como la carretera Puyarruego-Buerba para visitar el cañón desde la zona sur. Y en Pineta, se puede acceder a los Llanos de La Larri a través del sendero de las cascadas o por el parador nacional, explica la directora, quien, no obstante, reconoce que estas incidencias suponen un “trastorno” y están limitando el acceso de visitantes al Parque.