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El “padre” de la criminología recibe el homenaje de sus vecinos de Angüés

La inauguración de una placa y una ponencia evocaron el centenario de su muerte

Rafael Salillas
Rafael Salillas
La Hoya.

EN MEMORIA de su vecino más ilustre, el municipio de Angüés ha conmemorado el centenario del fallecimiento de Rafael Salillas Panzano (Angüés, 1854-Madrid, 1923), considerado el “padre” de la Criminología en España por sus destacadas aportaciones. Fue pionero en la investigación de la vida social, criminológica y penitenciaria en la época, además de dejar muestras de su talento como penólogo, criminólogo, antropólogo, jurista, literato, dramaturgo e incluso como representante institucional, pues fue diputado en las Cortes Generales entre 1910 y 1914.

Para honrarle, el Ayuntamiento de Angüés ha llevado a cabo dos iniciativas. La primera ha sido la instalación de una placa con la leyenda “El pueblo de Angüés en recuerdo a Rafael Salillas en el centenario de su fallecimiento. 1923-2023” en un destacado emplazamiento del parque del Basal donde recientemente se han terminado varios elementos constructivos realizados según la técnica tradicional de la piedra seca.

Placa conmemorativa colocada en el parque del Basal de Angüés
Placa conmemorativa colocada en el parque del Basal de Angüés
S. E.

“Los propios vecinos nos insistieron en recordar su figura, que conviene no olvidarla. Cada vez que nos acercamos a él, refuerza su figura como pionero. Abrió las puertas de la criminología moderna y cambió la vida de muchos presos, nos parecía de justicia hacerle un homenaje por esta efeméride”, ha indicado Herminia Ballestín, alcaldesa de Angüés, municipio que le ha otorgado una calle, una placa en su casa natal y piensa en realizar una exposición sobre su figura a lo largo del presente año.

El segundo acto ha consistido en la organización de una charla realizada por el historiador José María Ballestín Miguel, centrada en la vida y obra de Rafael Salillas Panzano y que congregó a un granado número de sus actuales convecinos en el Salón de Plenos del Ayuntamiento.

“Vivió aquí toda su infancia y tras la muerte de su padre, la familia se trasladó a Huesca. Sus estudios y su carrera en medicina le llevaron a Zaragoza y Madrid, pero regresó en multitud de ocasiones y siempre tuvo una buena relación sentimental con su lugar de origen”, ha afirmado José María Ballestín, incidiendo en que mantuvo un vínculo de amistad con sus paisanos Joaquín Costa y Santiago Ramón y Cajal, “más reconocidos socialmente, pero desde luego, con quienes podría sentarse a la mesa”, refuerza.

Desarrolló su vocación como escritor en diversas publicaciones y fue nombrado Secretario del Ateneo Oscense, pero fue en Madrid donde labró su trayectoria profesional en el campo de la criminología. “Puso la legislación penal española al nivel europeo, cambió la concepción sobre la importancia del contexto social de los presos y renovó las cárceles, introduciendo el concepto de ‘reinserción en la sociedad’ una vez el reo hubiese cumplido su sentencia”, completa el historiador.

En el ámbito de la educación, y compartiendo sentir con su amigo Costa, creó antes de su muerte la Mutualidad Escolar Rafael Salillas y, gracias a ello, 134 alumnos de las escuelas de Angüés tuvieron una cartilla de ahorros con la que poder afrontar su vida en mejores condiciones. Entonces el pueblo montó una fiesta en su nombre y ahora le homenajeará con actos hasta que concluya 2023, 100 años después de su muerte.