TURISMO DE ESTRELLAS
Un cielo “propio” para disfrutar en la provincia
Conocer las estrellas se encuentra al alcance de todos en un territorio privilegiado para las observaciones

HAY muchas formas de mirar al cielo nocturno y gran parte caben en la provincia de Huesca, que se ha revelado, con los años, como un enclave privilegiado para la observación y el disfrute de estrellas, planetas y constelaciones.
Y es que no se trata tan solo de admirar su belleza o de observarlo como motivo de estudio. El firmamento, como señala Abel Laporta, monitor de actividades de la Agrupación Astronómica de Huesca desde hace 20 años, es un recurso más con el que pueden contar las poblaciones altoaragonesas como atractivo para atraer visitantes. Así, a sus vecinos, les puede parecer algo “normal ese cielo que ven por las noches”, pero “resulta que hay gente en las ciudades que no tiene esos cielos”. Y por eso, “muchas veces hay gente que está dispuesta a condicionar sus vacaciones por tener un cielo decente en el que poder montar su telescopio, igual que lo hace por irse a pescar dos días a un río, subir una montaña, bajar un barranco o hacer una ruta en bicicleta”, señala Laporta.

“Si tienes un bosque que te permita hacer rutas en bicicleta, ¿por qué no lo vas a potenciar?. Si tienes un cielo que permite mostrarlo y que sea un recurso más para esa población, ¿por qué no vas a cuidarlo, conocerlo, protegerlo y por qué no, explotarlo?”, se pregunta Laporta.
En verano, señala, reinan el cielo altoaragonés Escorpio y Sagitario y sobre todo, “lo más espectacular es que empezamos a tener Saturno durante toda la noche, es visible desde que se pone el sol, prácticamente. Y Júpiter a partir de las doce o la una, dependiendo de lo limpio que tengamos el horizonte, también lo tenemos ya durante todo lo que nos queda de verano y lo vamos a tener todo el otoño y gran parte del invierno”.

Se trata así de buscar lo que los astrónomos llaman los mejores “balcones”, esto es, los mejores lugares para plantar el telescopio y mirar al universo, que en muchas ocasiones se pueden encontrar nada más abandonar el núcleo urbano. En este sentido, importa tanto la calidad del cielo en sí como la accesibilidad del lugar de observación, que facilite el disfrute de esta actividad con familiares y amigos y en definitiva, “hacer pueblo”. Y para eso, en la provincia de Huesca, “hay lugares maravillosos”.
Aunque hay que tener en cuenta, afirma Laporta que “observarás lo que el cielo te deje y cuando el cielo te deje”. Pone así de ejemplo una experiencia personal, cómo, “después de 20 años, a final de noviembre del año pasado, vi el mejor Júpiter de mi vida, con una calidad y una nitidez brutales. Si me hubiese tenido que jugar dinero de dónde iba a ser eso, jamás hubiese dicho que iba a ser en la ermita de la Alegría de Monzón”. “¿Y por qué en Monzón?, continúa, porque había estado lloviendo y con viento dos días seguidos, se paró, decidimos salir esa noche y me encontré, posiblemente, uno de los cielos más limpios que me he podido encontrar en mi vida. Ya no es cuestión del cielo donde estás, sino del cielo que te encuentras”, relata.

Carecer de contaminación lumínica, ganar altitud y contar con un horizonte, son así factores que ayudan en la observación. “El Pirineo es maravilloso, toda la zona de la Jacetania es maravillosa y fuera de casa, sigues hacia las Cinco Villas y tienes un cielo maravilloso, vas al Río Martín en Teruel y también. La zona de Tarazona también está potenciando la astronomía”, asegura este miembro de la Agrupación Astronómica de Huesca.
“Al final es que es tu cielo. Es ese el que tenemos que empezar a conocer y cuidar y proteger. Yo creo que esa es la idea fundamental”, añade.

Anima así a quien esté interesado, a participar en las numerosas actividades que se organizan desde la Agrupación Astronómica de Huesca, que ha cerrado un verano con observaciones, prácticamente, cada noche desde el 6 de julio.
Cuando no se tienen conocimientos específicos, afirma, es así importante “que alguien te enseñe el cielo”. Escapar de la contaminación lumínica y contar con las herramientas para una buena observación es también importante. De esta forma, además del telescopio, Laporta llama también la atención sobre los prismáticos, que pueden convertirse para el aficionado en “una herramienta maravillosa”.
Y a partir de ahí, afirma este miembro de la Agrupación, “conocer el cielo a simple vista, aprender a orientarte y sobre todo, saber qué más puedo observar en el cielo”. “Porque una vez que has visto la luna y los planetas, dices, bueno ¿Y ahora la gracia de esto en dónde está?”, continúa. “Está precisamente en todo lo demás que hay en el cielo, que es lo que conocemos por cúmulos, nebulosas y galaxias, fundamentalmente. Pero son objetos muy débiles para los que sí que se necesita una instrumentación que te permita recoger la mayor cantidad de luz posible”.
Es también el momento entonces de contar con alguien al lado que nos guíe. Y ese es, señala Abel Laporta, el papel de las Asociaciones. La Agrupación Astronómica de Huesca cuenta con sedes en cinco localidades: Barbastro, Sabiñánigo (Grupo Sirio), Monzón (grupo GAM), Sariñena (Astromonegros), Huesca (en el Parque Tecnológico de Walqa) y Zaragoza (Grupo Astro Sedetania). Se está trabajando además en la creación de un nuevo grupo en Jaca. “En un sitio u otro te encuentras a alguien, a algún compañero que sale por la noche a observar, alguna actividad programada y alguien que quiera enseñarte el cielo. Y a partir de ahí vas adquiriendo conocimientos”, señala Laporta.
Y sobre todo, se trata también, de “disfrutar del cielo”. Algo que invita a hacer a cualquier edad. Lamenta así que haya gente mayor “que ha tenido una relación muy directa con el cielo, con el clima, esa pregunta de los abuelos ¿Y qué tiempo va a hacer mañana? Su actividad de mañana dependía del clima”.
“Conocen perfectamente Venus como el Lucero del Alba, lo ven al atardecer, saben en qué fase está la luna y no han tenido oportunidad de ver la luna nunca. Me da una pena tremenda, porque resulta tan sencillo y fácil. Es poner un telescopio, enfocarlo a la luna y verla. Y es tan bonita, es tan hermosa”, afirma
Conscientes de la calidad de los cielos de la provincia de para la observación de las estrellas y de su atractivo turístico, desde TuHuesca trabajan con la Fundación Starlight, una entidad emergida desde el Instituto de Astrofísica de Canarias y apoyada por la Unesco, la Organización Mundial de Turismo (Unwto) y la Unión Astronómica Internacional (IAU), para certificar los cielos del territorio con su sello de calidad y potenciarlos como un atractivo turístico.
Junto a la Agrupación Astronómica de Huesca se presentó así en enero de este año el “Estudio del potencial del cielo nocturno de la provincia de Huesca”, con el resultado de las mediciones realizadas en el firmamento altoaragonés, como una de las acciones encaminadas a lograr este sello de calidad.
Como señala Fernando Blasco, director gerente de TuHuesca, gracias a las inversiones realizadas por la Diputación Provincial hay municipios que ya han realizado acciones como cambiar las luminarias de halógenos por led, para minimizar la contaminación lumínica.
Además, desde TuHuesca se ocupan de comunicar a los establecimientos turísticos de la provincia esta iniciativa. “Es una manera de poder atraer a diferentes turistas que viajan por el mundo para encontrar los mejores sitios para el avistamiento de estrellas”, señala Blasco y que se traduce también en estancias en esos “balcones” o lugares privilegiados para ello. El turista astronómico va así buscando esas zonas privilegiadas para la observación. “Además, con los establecimientos turísticos, lo que queremos hacer también es esa concienciación de que puede existir una red de guías profesionales, que permitan la dinamización de este producto”, añade Blasco.
Destaca así zonas como la Guarguera -”es un espacio ideal”, señala- , la zona de Hecho y Ansó . la zona de San Juan de Plan de Gistaín, “que es una zona de altura y eso es un condicionante propicio para que haya mejores condiciones”; o la zona de Monegros, “pero alejándonos un poco de la contaminación lumínica que nos genera Zaragoza, que afecta al sur”, asegura Blasco.
La altura, señala, siempre ofrece “un cielo más limpio” y zonas protegidas, como Ordesa, el Parque Natural de Posets-Maladeta, los Valles Occidentales o el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara son así, “espacios de especial condición para el avistamiento de estrellas”. Otro nicho de mercado es además la instalación de telescopios para la visión remota. “Hay muchos sitios en los que se alquilan, hay un servicio, digamos, de ‘hub’ de telescopios. Ofreces la posibilidad de que instalen o de alquilar un telescopio, a alguien que ya lo tiene físicamente aquí, conectado a una buena red de internet y eso permite que desde cualquier parte del mundo pueda ver nuestro cielo”, relata.
Se trata así también de una forma de promoción del territorio, “porque cuando un investigador a través de ese telescopio remoto aviste algo novedoso y lo lance a la comunidad científica, el protocolo que sigue es decir desde qué telescopio ubicado físicamente se ha descubierto”, relata. “Y entonces, si nombran a la provincia de Huesca, es otro acicate más que buscamos para la promoción”, añade Blasco.