CRISIS HÍDRICA
Casi un punto y medio de caída en el nivel de los embalses
Hace siete días, la CHE notificaba un 36,5 % y ahora se encuentran al 35,1 %

Drástico descenso el que han vivido los embalses de la Cuenca Hidrográfica del Ebro, cuyas reservas alcanzaban hace una semana el 36,5 % y este lunes se encontraban al 35,1 %, según datos aportados por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).
La escasez de lluvias y las altas temperaturas, impropias a estas alturas de otoño, se han sumado a las sequía que arrastra la cuenca desde inicio de 2023. Las precipitaciones de junio, que salvaron a Huesca del peor año hidrológico de su historia, ya no esconden la realidad de uno de los años más secos desde que hay registros.
La crisis hace especial hincapié en los embalses situados en la reserva del Noguera-Ribagorzana, con el segundo nivel más bajo desde la sequía de 2005.
El pantano de Canelles ha mantenido la reserva de agua con respecto a la semana pasada (12,4 %), pero se encuentra en mínimos históricos, siendo abandonado por las empresas de deportes acuáticos.
Por su parte, Escales se ha incrementado en 1,44 hectómetros cúbicos llegando al 30,5 % de su volumen y Santa Ana, próximo a regadíos, baja 5,21 hectómetros cúbicos con una de las caídas más pronunciadas de esta semana.
En lo que respecta a la unidad del río Cinca, El Grado se reduce esta semana en 2,6 hectómetros cúbicos, llegando al 51,7 % de su volumen total, mientras que Mediano desciende 4,98 hectómetros cúbicos registrando un 21,4 % total.
En la unidad del río Gállego, con un mejor balance en sus reservas, Lanuza, Búbal y La Sotonera caen los tres un 2,34, 1,12 y 5,91 hectómetros cúbicos, respectivamente.
El año pasado, a estas alturas, la reserva de la cuenca registraba 2.892 hectómetros cúbicos (37% de la capacidad total), mientras que la energía hidroeléctrica potencial en esta fecha es de 1.352 GWh, lo que representa un 30% de la capacidad máxima de la cuenca, según los datos de la CHE.