FRENTES CLIMÁTICOS
Los embalses suben un 12 % tras el paso de los cuatro temporales
Mediano ha pasado del 28,9 % al 74,9 %, recogiendo las crecidas del río Cinca

Dos semanas y cuatro temporales después, los embalses de la comunidad de Aragón muestran otra cara tras recuperar parte de su volumen perdido debido a las consecuencias de la sequía. Del 23 de octubre al 6 de noviembre, la reserva de agua embalsada en la Cuenca del Ebro ha pasado de 2.706 hectómetros cúbicos (34,7 %) a 3.634 (46,6 %), como consecuencia de las precipitaciones arrojadas por los temporales Aline, Bernard, Ciarán y Domingos, que dejaron más de 130 litros en apenas doce horas en Candanchú o Monte Perdido y crecidas extraordinarias en los ríos del Alto Aragón como la registrada el 2 de noviembre en el Cinca de hasta 811 metros cúbicos por segundo a su paso por Escalona.
Los datos facilitados este lunes por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ponen énfasis en los pantanos de la provincia, donde mayor cambio se ha registrado. En el caso de Mediano, en 14 días, ha pasado del 28,9 % al 74,9 % de su volumen total. “Actualmente está turbinando a su máxima potencia y no tardarán en desembalsarlo”, indicaron desde la CHE. Por su parte, El Grado ha pasado del 52,7 % al 65,2 %, recogiendo las significativas riadas del Cinca.
A pocos kilómetros, Barasona ha subido del 47,3 % al 99,3 % en dos semanas, y fue de los primeros en empezar a desembalsar el pasado viernes debido a las grandes cantidades de agua que arrastraba el río Ésera.
En la unidad del río Gállego, que mantuvo la alerta amarilla a su paso por la estación de la CHE en Sabiñánigo con cada temporal, también se han notificado importantes incrementos.
El embalse de La Sotonera ha recibido estos días más de 22 hectómetros cúbicos llegando al 64,4 % y Búbal ha pasado del 10,8 % al 59 %, también vertiendo agua desde el sábado.
Donde apenas se han percibido cambios ha sido en el embalse de Canelles. El pantano más grande de la provincia, gravemente afectado por la sequía, sigue registrando un 13,2 %. En contraposición, Escales, el “hermano pequeño” situado más al norte, sí que ha aumentado su volumen un 28 %.
Finalmente, otro de los datos relevantes destacados por la CHE es el arrojado por el embalse de Yesa, en el límite con la comunidad autónoma de Navarra que ha pasado de 31,1 % al 77 %. En gran medida se debe a las crecidas extraordinarias registradas en el río Aragón Subordán, Aragón y Veral, que dejaron cifras históricas a su paso por Jaca, Javierregay y Biniés.
Cambio sustancial
De un año para otro también se observa un cambio sustancial. La reserva del año pasado a estas alturas era de 2.788 hectómetros cúbicos que representan el 36 % de la capacidad total, tratándose a su vez del mínimo registrado en los últimos cinco años.
Este dato ha sido superado con creces en el mismo período este 2023 con más de 10 puntos porcentuales (3.634 hectómetros cúbicos) como consecuencia de las precipitaciones y se acerca al promedio de los últimos cinco años, de 2018 a 2022, que ha sido de 4.168 hectómetros cúbicos, el 53 % de la capacidad total.
En el caso de la margen derecha, el promedio de los últimos cinco años ha sido de 337 hectómetros cúbicos, el 50 %, y el mínimo de los últimos cinco años ha sido en 2019, con 295 hectómetros cúbicos, el 43 %.
Por su parte, la energía hidroeléctrica potencial en esta fecha es de 1.915 gigavatios hora (GWh), lo que representa el 42 % de la capacidad máxima de la cuenca del Ebro, incrementándose dos puntos porcentuales.
De este modo, de nuevo las lluvias vuelven a salvar de la crisis hídrica a la provincia de Huesca. Anteriormente, las tormentas de junio fueron el sostén de la campaña de riegos, cuyos regantes afrontaban una segunda temporada con cupos.
Como entonces, las precipitaciones han llegado de forma torrencial y provocando afecciones en carreteras y municipios. Según Aemet, el cambio climático y fenómenos como “El Niño” pueden incidir al calentamiento de las corrientes marinas atlánticas y desatar estas borrascas que llegan con mayor virulencia y arrojando fuertes vientos y precipitaciones en la Península Ibérica.