Alto Gállego

ALTO GÁLLEGO - RECLAMACIONES DEL MEDIO RURAL

La Cuadrilla 44 Alto Gállego pide un contrato de diez meses

El retén contraincendios ha realizado tareas de desinfección por la covid-19

La Cuadrilla 44 Alto Gállego pide un contrato de diez meses
La Cuadrilla 44 Alto Gállego pide un contrato de diez meses
S.E.

SABIÑÁNIGO.- La Cuadrilla 44 Alto Gállego es el único retén y cuadrilla contraincendios de esta comarca, que fue contratado el pasado 2 de marzo, y en la situación de pandemia por la covid-19, ha estado realizando también labores de desinfección en calles, contenedores y fachadas en localidades del valle de Tena como Panticosa, Tramacastilla de Tena, Sallent de Gállego o Formigal, y en otras de la zona de la Guarguera como Gésera.

"Este año nos contrataron en marzo y estuvimos un mes parados, y a base de insistir, nos dejaron ir a desinfectar pero por voluntad de los trabajadores. Si podemos ayudar, para eso estamos", explica Rubén Miguel, uno de los integrantes de la cuadrilla 44 Alto Gállego.

Está formada por siete trabajadores en plantilla que van a turnos. "Otras comarcas tienen más cuadrillas, aquí solamente tenemos una y somos la que más territorio y monte tenemos", expresa.

El próximo 30 de septiembre les han comunicado que finaliza la campaña y, por lo tanto, sus respectivos contratos. "Cada año nos van recortando más y más meses, y tal como está ahora el monte..., este verano ha sido muy seco. Vemos que nos van a mandar a la calle cuando todavía somos necesarios", explica.

"De momento acabamos el 30 de septiembre y a lo mejor luego lo alargan quince días más. El contrato, según la Ley de Montes, tiene que ser de diez meses pero nunca se llega", explica el integrante del retén.

Tanto Rubén Miguel como sus compañeros están en la cuadrilla porque les gusta este trabajo, "a pesar de la incertidumbre por no saber cuándo empiezas ni cuándo acabas. No puedes llevar un orden en tu vida. Si no fuera porque nos gusta esto no estaríamos en la cuadrilla. La mayoría somos fijos discontinuos".

Ellos quieren que se les contraten diez meses como marca la Ley de Montes, "y si no salimos al monte, que nos dejen colaborar en las tareas de desinfección por la covid, pero también en emergencias como nevadas, aludes... Siempre hemos dicho que podemos ir a limpiar pueblos donde hay gente mayor que si no palean ellos la nieve no la quita nadie y ellos no lo pueden hacer; ayudar en lo que se pueda. Ahora que parece que la cosa puede ir a peor por el virus, estamos pidiendo poder ayudar a desinfectar como hicimos meses atrás".

SARGA URGE A UN CAMBIO EN EL MODELO DE EXTINCIÓN QUE AFRONTE LOS PROBLEMAS

El Comité de Huesca de la Sociedad Aragonesa de Gestión Agroambiental (Sarga) reclama un cambio de modelo que afronte la problemática de los devastadores incendios de sexta generación y los problemas del medio rural.

En un comunicado alude a que "los trabajadores son víctimas de un modelo de operativo de incendios que pivota sobre Sarga y reposa sobre la precariedad laboral e incertidumbre de numerosas familias del medio rural". También critica que desde la pasada legislatura, la nueva gerencia de esta empresa pública "ha sido incapaz de situar la estabilidad de los puestos de trabajo del operativo de incendios en los diez meses".

Los trabajadores del operativo de incendios subrayan que "el actual modelo no es compatible ni con las necesidades de la lucha contra incendios forestales por su ineficacia para combatir grandes incendios ni con las necesidades del medio rural, al no fomentar sinergias con la ganadería extensiva, no aumentar los servicios, no fijar población, etcétera".

También critican al consejero Joaquín Olona y al gerente de Sarga, Jorge Díez, por informar a la sociedad "de elevadas cifras de salarios medios sin decir que en ellas están incluidas las horas extras que se realizan en incendios forestales, las pagas extras prorrateadas, pluses, etcétera, en un intento claro de mentir y manipular a la opinión pública".

Y añaden "lo insostenible de un modelo basado en la precariedad laboral en las zonas rurales y que incumple su cometido a nivel medioambiental de reducir el riesgo de un gran incendio de sexta generación.