Alto Gállego

ALTO GÁLLEGO - JUSTICIA

"La lesión craneal es la causa de la muerte de Naiara"

Es el análisis de uno de los médicos forenses que realizó la autopsia a la menor por el crimen de julio de 2017 en Sabiñánigo

"La lesión craneal es la causa de la muerte de Naiara"
"La lesión craneal es la causa de la muerte de Naiara"
R. G.

HUESCA.- La lesión craneal fue la causa de la muerte de Naiara, la niña de 8 años que murió presuntamente a manos de su tío político el 7 de julio en Sabiñánigo, por las agresiones y hasta "56 lesiones de todo tipo" por distintas partes del cuerpo que éste le infringió por no saberse la lección.

Esta ha sido unas de las conclusiones que ha determinado uno de los médicos forenses que realizó la autopsia a la menor que falleció en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, como consecuencia de las lesiones que le infringió Iván Pardo acusado por un delito de asesinato con las agravantes de alevosía, ensañamiento y vulnerabilidad de la víctima, para el que las acusaciones piden la prisión permanente revisable.

Según el forense, la menor presentaba en el hospital "un traumatismo craneoencefálico total y con el cerebro totalmente destrozado".

Si bien esta es la lesión principal, que presentaba un "riesgo vital" para la víctima los médicos forenses han descrito una gran cantidad de hematomas distribuidos por distintas partes del cuerpo, como quemaduras por la pala electrificada en los pies, un hematoma en el ojo, entre otras.

En su exposición ante la Audiencia Provincial de Huesca, ha indicado que las heridas sufridas por la menor eran compatibles con la "intención de provocar un dolor continuado con el resultado de una muerte violenta de etiología homicida" en la menor, con diferentes elementos como el calcetín, raqueta eléctrica, cinturón, esposas y grilletes, como elementos físicos utilizado por el tiastro de Naiara el 6 de julio del 2017.

También han apreciado los médicos forenses lesiones en la boca y de la nariz de la menor "con fines de acallar a la víctima y que ésta no respirara".

Por otro lado, han señalado heridas superpuestas con otras en las rodillas, que han determinado que podrían ser anteriores a las del 6 de julio por los cambios en la coloración de la piel.

En respuesta al letrado de la acusación particular, Luis Antonio Marín, para saber si la hemorragia cerebral que sufría la menor hubiera sido intervenida antes en el hospital, después de haber permanecido dos horas inconsciente en el domicilio, el forense ha respondido este lunes que "alguna posibilidad hubiera tenido. Cuanto más se tarde las posibilidades disminuyen".

Los médicos pediatras que ha comparecido este lunes también han coincidido en señalar que el "traumatismo en la cabeza de la niña era de extrema gravedad".

Otro de los asuntos que se han preguntado a los peritos este lunes tiene que ver en si la menor había ingerido amoniaco, como consecuencia de las torturas. Un experto en histopatología ha indicado que "no se halla amonio en el aparato digestivo de la menor" y otro de ellos, indica que "no se puede afirmar que se haya ingerido".

Por último un perito de la Guardia Civil, ha dejado claro que los hechos "revestían de indicios de criminalidad importante" y ha revelado que la fractura de una uña del tiastro de Naiara "es compatible de haber realizado un golpe contundente". En su opinión, "las lesiones suponen un ensañamiento de un tortura brutal" y se refiere a que se "aprecian señales evidentes en los tobillos de grilletes policiales" y las lesiones de la víctima "eran generalizadas desde las plantas de los pies hasta la cabeza".

Además de Iván Pardo, están acusados su hermano y padrastro de Naiara, Carlos Pardo y la abuelastra de la menor, Nieves Pena, por un delito de violencia física y psíquica de la menor en el ámbito familiar, con penas de prisión que van de los 3 hasta los 15 años de cárcel.