Alto Gállego

La XXX edición de la Quebrantahuesos llega tras un año de parón por la pandemia

Los 4800 inscritos se suman a los 1200 de su hermana pequeña, La Treparriscos, que se celebra por decimoséptima vez

Sabiñánigo vive este sábado la fiesta del cicloturismo y la vive de manera especial porque la covid hace que este año sea especial. Unos 6000 cicloturistas ruedan por las carreteras de la Marcha Cicloturista Internacional Quebrantahuesos que llega a su XXX edición, y por las de su hermana pequeña la Treparriscos en su XVII edición, unos 4800 inscritos en la primera y unos 1200 en la segunda.

Estas marchas siempre se celebran en junio y este año son en septiembre, el año pasado no se organizó, la pandemia obligó aplazarlas hasta ahora. “Había muchas ganas y mucha ilusión por retomar este evento. Estamos satisfechos de ir poco a poco retomando la normalidad. A lo largo de estos meses hemos visto que los eventos deportivos son seguros, no hay peligro y, tanto el Club Ciclista como Octagón, organizadores de estas marchas, han hecho un esfuerzo extraordinario para adecuar la prueba al cumplimiento de todas las medidas de seguridad que son necesarias para garantizar que ni los participantes ni los acompañantes que estos días están en Sabiñánigo, van a sufrir ningún tipo de riesgo con respecto a la covid”, explica la alcaldesa de Sabiñánigo Berta Fernández.

“A pesar de contar entre las dos marchas con unos 6000 participantes, estamos un poco tristes por no tener la gente de estos años atrás, pero lo importante ha sido sacarla adelante, ha sido difícil, ha habido muchos planteamientos con Octagón (organizadores del evento con el Club Ciclista Edelweiss), pero lo que más nos ha impulsado ha sido el retorno económico que tiene esta actividad”, explica el presidente del Club Ciclista Edelweiss Fernando Escartín.

Cartel de la prueba.
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DGA

Acuden cicloturistas de 25 nacionalidades. La presidenta de la comarca Alto Gállego, Lourdes Arruebo, dice que la repercusión que tiene esta cicloturista “se extiende por todo este territorio y por las comarcas vecinas, e incluso por todo Huesca. Es un agente dinamizador de toda la provincia. La Quebrantahuesos ha hecho que se nos conozca como territorio y destino de ciclismo, somos un referente a nivel mundial. Se celebra en un día, pero su repercusión tiene efecto los 365 días del año y afecta a todos los sectores”.

La Quebrantahuesos tiene un recorrido de 200 kilómetros, tres puertos de montaña (Somport, Marie Blanque y Portalet) y 3.875 metros de desnivel acumulado. La salida y llegada de los corredores se sitúa como otras ediciones, en la zona del boulevard, en las inmediaciones de Pirenarium, en el barrio de Puente Sardas en Sabiñánigo, también los Treparriscos. Del total de inscritos, 4.800, son aragoneses 861. Por provincias, 480 de Zaragoza, 313 de Huesca y 68 de Teruel.

El mejor tiempo de la Quebrantahuesos lo tiene Mikel Azparren con 5 horas 21 minutos y 5 segundos. En 2019, en el 2020 la covid impidió celebrar esta marcha, el primero en hacer el recorrido fue Iván Santurde con un tiempo de 5 horas, 43 minutos y 40 segundos, y en féminas, Claudia Galicia fue primera con 6 horas, 21 minutos y 50 segundos.

La Treparriscos tiene 85 kilómetros de recorrido. De los 1200 inscritos, 520 son de Aragón, y de estos, 345 de Zaragoza, 158 de Huesca y 17 de Teruel. En 2019 el primer cicloturista en terminar este recorrido fue Javier Izquierdo con 2 horas, 24 minutos y 11 segundos. Y en féminas, Ana Leire Barrutia entró primera con 2 horas, 49 minutos.

Prueba con restricciones

El director general de deportes, Javier de Diego, comentaba esta semana en la presentación del evento en Sabiñánigo, que el Gobierno de Aragón “tenía que estar en esta presentación promocionando esta prueba, la más importante que se celebra en Aragón en cuanto a participación. Es una prueba que cuenta con el beneplácito de Salud Pública, y al igual que ha ocurrido en todas las pruebas que se han celebrado durante el verano en todo Aragón, la gente está muy concienciada a la hora de participar, no solamente los deportistas sino la gente que les acompaña y cumple escrupulosamente con todas las reglas que exige la organización, esperamos que el año que viene se pueda organizar con normalidad”.

Pelotón durante la prueba de 2019.
Pelotón durante la prueba de 2019.
Mercedes Portella

En esta ocasión se ha reducido el número de corredores, también el de voluntarios, hay en esta edición unos 700 repartidos en los puestos para entregar los dorsales, en avituallamientos, para señalizar los cruces…, en definitiva, para atender a los cicloturistas.

Este año no hay carpa de fisioterapeutas, tampoco parquin de bicicletas, ni comida a la llegada para los corredores donde ellos cambiaban opiniones, sensaciones, la experiencia de la primera vez y la veteranía de quienes llevan participando varias ediciones. No hay cena de voluntarios, ni homenajes, ni entrega de premios, y la feria de la QH abierta desde este viernes, solo tiene acceso para los cicloturistas participantes. Pero ya queda menos para la XXXI edición que será el próximo mes de junio, si deja la pandemia, empiece a rodar con total normalidad.