COSAS DE CASA
El pasado glorioso de la Villa de Azanuy
La localidad conserva fachadas de ascendencia renacentista con otras novecentistas o con tintes barrocos
La villa de Azanuy, en la comarca de La Litera, guarda todavía en el trazado de sus calles alguna que otra casa donde se asoman fachadas que combinan su ascendencia renacentista de puro estilo aragonés con otras de sabor novecentista o incluso con ciertos aspectos barrocos.
Hace unos años, promovido por la comarca, se colocaron algunos carteles recordando lo que fueron aquellas casas solariegas pertenecientes al estilo arquitectónico civil aragonés de los siglos XVI-XVII, donde aún hoy se aprecian viejos resquicios de aquellos tiempos. Casas construidas en ladrillo y con la característica de contar con una galería o mirador abierto en la última planta.
Casa Valonga sería el ejemplo más destacado de casa-palacio de estilo renacentista aragonés. Se encuentra en la calle Mayor y con salida a la carretera. Su mal estado hizo que se rehabilitara por los nuevos dueños, conservando la típica galería de la fachada.
Frente a ella se hay un edificio auxiliar que sirvió de capilla privada dedicada a San Antonio sobre cuya puerta aparece el mismo escudo nobiliario de la Casa Valonga.
En esta calle se conserva también otra casa con un aspecto exterior muy modificado, pero en cuyo piso superior permanece la galería abierta en arcos de medio punto, la mayoría tabicados.
Cerca de estos edificios, recorriendo la calle que lleva hacia la iglesia, se pasa por Casa del Vicari, que todavía guarda el típico mirador con sus arcos característicos de estilo renacentista aragonés.
Siguiendo el paseo hacia la Calle Bardina, casi al final de esta, se encuentra otro modelo de casa en la que perdura su estructura original en ladrillo, “modificada en los dos primeros pisos con la abertura de nuevos vanos, destacando la galería superior de arquillos bajo los que aparece una línea de imposta con ladrillos colocados en esquina y coronada por un gran alero violado en madera”, según se explica en la documentación que aparece en el panel informativo ubicado muy cerca.
Continuando por la Calle Bardina, y al acabar la misma se encuentra, de una época posterior, encuadrada en el periodo barroco, la Casa Quilet, que perteneció al doctor José María Castro y Calvo. La fachada está enmarcada por dos pilastras con basa y capitel que la recorren verticalmente hasta la zona del ático, “lugar en el que se abren varios óculos, en alternancia con los cerrados, flanqueados por ménsulas en las que se apoyan unas figuras con forma de amorcillos o angelotes que sostienen el alero”, se explica en otro panel informativo.
Desde aquí ya se divisa muy cerca la Iglesia parroquial Nuestra Señora de la Asunción, templo barroco del siglo XVIII situado en la zona más elevada del núcleo urbano de Azanuy.
El templo cuenta con una sencilla fachada construida en ladrillo cara vista sobre zócalo de piedra sillar de arenisca, flanqueado su cuerpo central por dos pilastras o bandas de ladrillo y coronada por un frontón triangular en cuyo interior se abre un óculo de iluminación. Una portada monumental con aires renacentistas. Esta información también se encuentra en el panel informativo colocado en un lateral de propia fachada.
Hace unos años un grupo de vecinos y vecinas crearon la Asociación Nuestra Señora de la Asunción con el fin de cuidar y preservar este enclave. Para ello, durante el año realizan varias acciones con las que conseguir fondos que emplean en realizar pequeños trabajos de mantenimiento del edificio, siempre con las miras puestas en conseguir mayores fondos para obras necesarias de más envergadura, como asegurar la cubierta o acabar con las humedades interiores.
