Alto Gállego

COLABORAN: CAJA RURAL DE ARAGÓN Y DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE HUESCA

Un ecomuseo de mariposas y cerveza para brindar por el futuro de Aineto

#CONTRALADESPOBLACIÓN

Enrique Murria, entomólogo, con una muestra de su colección de mariposas.
Enrique Murria, entomólogo, con una muestra de su colección de mariposas.
Mercedes Portella

Aineto es uno de los 52 pueblos del municipio de Sabiñánigo. Se encuentra a 998 metros de altitud y se accede por medio de una pista de dos kilómetros, que parte del Molino de Escartín, en la carretera que discurre por el valle del Guarga hasta Boltaña. Hoy viven unos 40 vecinos y tiene escuela propia.

Uno de estos vecinos es Enrique Murria. Vive en Aineto desde hace 21 años y allí está creando un ecomuseo de las mariposas que piensa tenerlo listo en breve. “Está tardando en empezar a funcionar porque lo estoy haciendo con recursos propios”.

Enrique Murria, desde siempre, siente pasión por las mariposas y por los insectos. “Cuando era pequeño mis abuelos me llevaban a pescar y yo iba a coger libélulas”, recuerda. A partir de ahí empezó su afición. “Conseguí algún libro y con 11 años me presenté a un concurso, me seleccionaron para ir a Córdoba. Me dieron un accésit por un trabajo que hice de mariposas y la afición me fue calando. Pero el revulsivo para mí fue Félix Rodríguez de Lafuente, que no tiene nada que ver con los insectos pero que a muchos nos metió el gusanillo del naturalismo, de estudiar los animales, la conservación y demás”.

“Cuando era pequeño mis abuelos me llevaban a pescar y yo iba a coger libélulas”,

Después de esos comienzos, empezó como aficionado en la entomología. “Me trasladé a vivir a Zaragoza y al poco de llegar allí formamos la Asociación Entomológica Aragonesa”. Dejó Zaragoza y se fue a trabajar a Madrid y Barcelona, y al volver a la capital del Ebro se dedicó a la ilustración. “Y me llamaron de la Diputación General de Aragón porque necesitaban contratar un entomólogo, accedí a los concursos públicos y me hice profesional. Llevo muchos años trabajando en proyectos de conservación para la DGA o para otras instituciones”, señala.

Enrique Murria trabaja habitualmente para el Servicio de Biodiversidad del Gobierno de Aragón en diferentes proyectos de monitoreo y conservación de mariposas amenazadas, especialmente del ámbito pirenaico, así como de insectos.

Explica que cuando trabajaba en Zaragoza tenía que acudir mucho al Pirineo. “Un día decidí que ya no quería vivir en la capital y me trasladé a Aineto donde había algunas casas por reconstruir, y levanté la mía. En la planta baja es donde desde el principio tuve la idea de montar un ecomuseo, ese lugar es ideal”.

Allí las protagonistas son las mariposas. De la zona de Aineto tiene catalogadas más de 1.100 especies. “Estoy haciendo inventario con la idea de publicar un libro para dar a conocer todos los datos que tengo”.

Enrique Murria es uno de los premiados en los 24º Félix de Azara que otorga la Diputación Provincial de Huesca, por su proyecto “Mariposas diurnas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Atlas y guía de campo”, una exhaustiva identificación de la totalidad de especies de mariposas inventariadas en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. “Antes de acabar este año, el libro tiene que estar listo. Después, me gustaría editar otro con todos los datos de las mariposas que tengo catalogadas en la Comarca del Alto Gállego”.

De todas las especies de mariposas que tiene, dice que en Aineto “hay unas diez muy raras de las que se encuentran poblaciones en muy pocos lugares de España, y luego, más característica, está la Isabelina, que la he cogido como emblema del ecomuseo”.

Con su colección de mariposas, Enrique Murria ha participado en las Jornadas de Patrimonio, que, dedicadas al patrimonio natural, organizó hace unos años el Ayuntamiento de Sabiñánigo, el pasado fue uno de los ponentes en las I Jornadas de Medio Ambiente organizadas por el Consistorio serrablés, y hará lo propio en el mes de junio en la segunda edición de esta actividad.

En Aineto, hay escuela, hay mariposas, pronto un ecomuseo visitable y también hay cerveza. En este pueblo del Pirineo, la Cooperativa Bebidas y Maridajes de Aineto elabora la Cerveza Borda que salió al mercado en mayo de 2016. Esta bebida cuenta con los sellos ecológico y el de Artesanos de Aragón, y forma parte de la campaña de promoción “Aragón, alimentos nobles”, puesta en marcha por el Gobierno autonómico.

Las variedades que comercializan hasta el momento van desde la negra con aromas a café y cacao hasta una tostada, una rubia amarga, otra con trigo Aragón 03, que solamente se cultiva en ecológico, una variedad suave, otra con jengibre, otra con limón que tiene muy poquito alcohol…, las hay para todos los gustos, además, tienen otras variedades en proyecto.

Menchu Ríos, Felipe Esteban y Luis Alonso, cada uno con distintas motivaciones, un día decidieron crear algo distinto a lo que hacían habitualmente. Y nació Bebidas y Maridajes de Aineto. S. Coop. con la finalidad de elaborar cervezas, otras bebidas naturales a partir del saúco, y maridar ambas con ingredientes de proximidad. “Otra de nuestras inquietudes era querer trabajar en el pueblo donde vivimos. Era más fácil montar la cervecería en Sabiñánigo, pero nos interesaba la creación de puestos de trabajo en la localidad, en Aineto, para generar arraigo y prevenir la despoblación”, explica Menchu Ríos.

Felipe Esteban y Menchu Ríos, con las cervezas Borda en la Feria de Otoño de Biescas.
Felipe Esteban y Menchu Ríos, con las cervezas Borda en la Feria de Otoño de Biescas.
Mercedes Portella

No se arrepienten de la decisión, y dicen muy orgullosos, que sus cervezas “están elaboradas con la mejor agua del Pirineo aragonés y todos sus ingredientes son ecológicos, respetando la proximidad”.

En el Pirineo se llama borda a las edificaciones que están destinadas al ganado. La microcervecería de Aineto se ha construido partiendo de una borda, se ha mantenido su estructura, así como su tejado de losa, “aunque tuvimos que desmontarlo entero para cambiar sus vigas de madera”, apunta Menchu. “Este entorno y el proceso natural de elaboración hacen que se consiga un sabor único”.

“Este entorno y el proceso natural de elaboración hacen que se consiga un sabor único”

Cervezas Borda apuesta por la sostenibilidad y la economía circular. “Utilizamos energía solar para calentar el agua. Ahora nuestras cervezas llevan una etiqueta en la que contamos que es un proyecto sostenible, que utilizamos energía solar y el resto es de renovables. Además, los residuos orgánicos de la malta lo ponemos a disposición de los vecinos del pueblo para alimentación de los animales porque esto tiene mucho alimento ya que la malta para elaborar la cerveza solo pierde el diez por ciento”.

Felipe Esteban incide en que están trabajando para cada vez ser más sostenibles. “Reducimos huella de carbono, antes comprábamos los ingredientes en Alemania, pero en la actualidad tanto la malta como el lúpulo lo compramos a pequeños productores, sale un poco más caro, pero reducimos huella de carbono y es un apoyo a pequeños productores”.

Los socios de esta cooperativa abrieron, unos días antes de empezar el confinamiento por la covid, un bar en Jaca, con sus cervezas Borda, que distribuyen en bares y restaurantes de la geografía aragonesa. Estos días están con los cambios a otro bar en Jaca en la calle Ferrenal.