Alto Gállego

GANADERÍA

El rebaño de yaks de Orós Bajo crece con el nacimiento de Lanas

Es el primer animal doméstico de esta raza que nace en España, después de que su madre llegara preñada a la explotación ganadera

Los yaks están en un campo al aire libre de la explotación ganadera.
Los yaks están en un campo al aire libre de la explotación ganadera.
Borda Matías

Lanas es la primera yak doméstica nacida en una explotación ganadera en España, y el primer animal de esta especie matriculado en este país. Nacía hace 20 días en la ganadería de Borda Matías de Orós Bajo, en el municipio de Biescas.

La madre de Lanas, Svetlana, llegó preñada a Orós el pasado abril, y antes, en octubre, habían llegado dos hembras más (Zenet y Lida) y un macho (Bert). Desde esta ganadería, Ricardo Azón y Rosa Avellanet explican que estos animales procedían de Francia y fueron los primeros de carácter doméstico que se importaban a nuestro país. “Hasta que los trajimos, en España no había animales de estos, de hecho, aquí no había código de la raza”. Svetlana también vino de Francia. Comentan que era primeriza “y queríamos ver cómo se comportaba, la hemos tenido separada del resto, es muy tranquila. Cuando parió los animales querían interactuar con la cría, los juntamos y hasta ahora no ha habido ningún problema”.

Rosa Avellanet, con Lanas y su madre, Svetlana.
Rosa Avellanet, con Lanas y su madre, Svetlana.
Borda Matías

Viven al aire libre “y todos se están adaptando muy bien. El comportamiento de la cría es como el de un ternero, dependerá de la madre hasta los 6 o 7 meses, a lo mejor se podría destetar con 5, ya veremos. La madre es muy protectora y ella es muy inquieta”. Son animales jóvenes, “de carácter bastante tranquilo, juguetones, dóciles. Con algunos tenemos más trato, otros están más distantes, pero por lo general nos comen en la mano y se dejan tocar”.

En cuanto a la adaptación, Ricardo y Rosa dicen que en primavera pasaron bastante calor “hasta que perdieron la capa interna de pelo, hasta entonces se les notaba acalorados, pero después, estas olas de calor las han pasado bastante bien. Les gusta refrescarse, se meten a remojo en el agua y se revuelcan en ella”.

Esperan que alguna de las dos hembras que llegaron en octubre pueda estar preñada del macho. “Lo sabremos casi cuando vayan a parir porque como tienen el pelo tan largo es muy difícil verlo antes”.

Los objetivos que tienen Ricardo y Rosa con estos animales “es conseguir un núcleo reproductor que vemos que funciona, intentar que sean lo más mansos posible y en un futuro la intención es comercializar su carne con algún producto como hamburguesas, por ejemplo”. A este respecto, argumentan que en países como Francia, “en la explotación ganadera de donde proceden nuestros yaks, hacen ganadería ecológica y los productos los venden en los mercados locales. Nuestra idea es comercializar algo de carne, y también nos gustaría hacer con ellos algún tipo de actividad recreativa. Estos animales son muy tranquilos, pero nos tenemos que asegurar, por eso trabajamos con ellos para que sean mansos y dóciles con la gente”.