Bajo Cinca

BAJO CINCA - PUEBLOS LLENOS DE VIDA

Osso de Cinca: Donde se vive muy bien y todo el mundo es bienvenido

El encanto de lo pequeño, de lo cercano y de lo familiar

Osso de Cinca: Donde se vive muy bien y todo el mundo es bienvenido
Osso de Cinca: Donde se vive muy bien y todo el mundo es bienvenido
J.C.

HUESCA.- Osso de Cinca tiene el encanto de lo pequeño, de lo cercano y lo familiar. Esta localidad de la comarca del Bajo Cinca, situada entre Zaidín y Belver de Cinca, junto a la carretera A-1234 Fraga, Monzón, que la cruza con una travesía que se ha convertido en la calle principal del pueblo, se abre al visitante y lo convierte en un vecino más, para dejarle bien claro que "en los pueblos, en este pueblo, se vive muy bien y todo el mundo es bienvenido". La prueba es su nuevo alcalde, Javier Cónsul, que es natural de Fraga.

Osso de Cinca lucha por mantener su población, sus vecinos. En el último censo se registraban 681 habitantes, 6 menos que un año antes y 49 menos que en el inicio del siglo. Es una pérdida de más de un 6% de población en los últimos veinte años. No es un caso aislado en el medio rural altoaragonés. Pese a no alcanzar los mil habitantes, Osso puede presumir de ser el único municipio de la comarca, junto con Fraga, que cuenta con un núcleo rural agrupado como es Almudáfar.

El río Cinca da apellido a Osso y marca también su personalidad, igual que el resto de la comarca. El casco urbano de Osso se asienta sobre una de las terrazas próximas al Cinca, casi se huele desde el pueblo y se adivina los días de niebla e invierno. El agua del Cinca y también la del Canal de Aragón y Cataluña, da vida a esta localidad que tiene una economía basada principalmente en la agricultura, sobre todo en el cultivo hortofrutícola y que tiene una potente cooperativa agrícola con más de cuarenta productores asociados, que produce y comercializa más de 7 millones de kilos al año, de melocotón, nectarina, paraguayo, platerina o albaricoque. Este año se ha visto afectada por una tormenta de pedrisco en pleno mes de junio y habrá que esperar a ver cómo afecta a la producción.

Osso de Cinca respira tranquilidad, aunque en esta época de verano, la actividad es intensa. Se puede pasear con comodidad, paso a paso, por las calles de su casco urbano, con sus detalles, sus rincones, sus casas bajas, de dos alturas como máximo. Fachadas blancas o de colores suaves que realimentan la luz del sol al llegar al pueblo. Tras una calle, se llega a una plaza en la que se encuentran algunos de los principales edificios del pueblo: la iglesia parroquial de Santa Margarita, el Ayuntamiento y Casa Mora. La iglesia de Santa Margarita es de estilo barroco, elaborada con ladrillo sobre basamento de piedra. Solo cuenta con una fachada y la puerta principal se encuentra a los pies de la planta y cuenta con un arco de medio punto cuya rosca exhibe un relleno de motivos geométricos, enjutas con triángulos curvos, pilastras sobre podio y con remate de frontón triangular abierto, con bolas y hornacinas. La torre se alza con cuatro cuerpos, los dos primeros cuadrados, el tercero con ángulos convexos y pilastras y el cuarto octogonal.

A pocos metros de la iglesia, en plena Calle Mayor se alza majestuoso el edificio conocido como "Casa Mora", una de las varias casas solariegas con que nos encontramos en el casco urbano de Osso de Cinca. Data del siglo XIX y que se ha rehabilitado para destinarlo a Ayuntamiento, Museo y Sala de Exposiciones, Biblioteca y Telecentro Digital. Casa Mora es una de las varias casas solariegas con que nos encontramos en el casco urbano de Osso de Cinca.

Osso es una población activa y con inquietud cultural y festiva, aunque ese año la pandemia del coronavirus ha dejado a sus vecinos sin algunas de sus principales fiestas. Es el caso de la Concentración Ecuestre que se celebra a principios de junio, organizada por la potente Asociación Hípica Bajo Cinca de Osso, que convierte al caballo en el centro de la localidad durante una jornada. Hay una afición importante al caballo en Osso y esta asociación y algunas empresas equinas de la zona ofrecen rutas y paseos a caballo a lo largo del año, para poder recorrer todo el término municipal y disfrutar, sobre todo en primavera del valle rosa en que se convierte el Bajo Cinca durante la floración de los frutales.

El río cuenta con un bosque de ribera prácticamente virgen donde se halla una enorme riqueza medioambiental formada por una gran variedad de especies vegetales y animales, en especial de aves. Se puede recorrer libremente o, si hemos sido previsores, hacerlo por el sendero de los Sotos del Cinca que ha señalizado el área de turismo de la Comarca del Bajo Cinca y que recorre Belver, Osso y Almudáfar. Es una ruta circular que discurre junto al río y junto a la carretera. Desde Osso podemos descender hacia ese camino, entre las partidas de Las Suertes y Las Viñas.

La concentración ecuestre es una cita festiva ineludible pero no es la única. El primer domingo de mayo se celebra la fiesta de la Rosa, que recibe el nombre de la tradición de ofrecer una rosa roja a todas las personas después de la Santa Misa. Este año tuvo que ser en formato virtual, y los vecinos compartieron en las redes sociales las fotos de otros años. Las fiestas mayores de Osso de Cinca son el 20 de julio, en honor a Santa Margarita y también se celebra otras fiestas como San Isidro y los carnavales.