Bajo Cinca

AGRICULTURA

Impulso definitivo al nuevo regadío en Fraga y Ballobar

Se van a invertir 50 millones de euros para la transformación de 5.300 hectáreas

Ignacio Gramún, Joaquín Olona, Esther Saló y José Soler, este viernes en la junta general de los regantes.
Ignacio Gramún, Joaquín Olona, Esther Saló y José Soler, este viernes en la junta general de los regantes.
J.C.

La Comunidad de Regantes del Sifón de Cardiel dio este viernes un impulso ya definitivo a la transformación en regadío de las más de 5.300 hectáreas de la misma, distribuidas entre los municipio de Fraga y Ballobar. La Junta General de esta comunidad aprobó por unanimidad el proyecto de construcción del Sifón de Cardiel, la infraestructura hidráulica que derivará el agua desde el embalse de Valdepatao a las fincas a transformar.

La obra está presupuestada en 50 millones de euros, de los que la mitad los aporta el departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, con una subvención de 25 millones a razón de 1 millón de euros durante los próximos 25 años.

La comunidad aprobó también la financiación de la obra, con un préstamo de los 25 millones que le corresponde aportar a los más de 300 propietarios partícipes de la misma.

En la junta general participó el consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, además de la alcaldesa de Ballobar, Esther Saló, el director de Mercofraga, Ignacio Gramún, que asistió en representación del Ayuntamiento de Fraga, y el presidente de la Comarca del Bajo Cinca, Marco Ibarz.

Los acuerdos alcanzados este viernes, por unanimidad, permiten a la comunidad licitar ya las obras del proyecto de construcción del Sifón de Cardiel y de la red general de riego, para transformar en regadío un total de 5.363 hectáreas de terreno, incluidos en los regadíos de la zona de interés nacional Monegros II (Sectores VI, VII y XVII). 4.500 hectáreas están en el término municipal de Fraga y las 850 restantes, en Ballobar.

Las obras del Sifón de Cardiel llevaban veinte años paralizadas, pese a que en la zona a transformar ya se había hecho la concentración parcelaria y la instalación de los hidrantes. Al final, son los regantes los que se hacen cargo de una obra que era de interés general. “Hoy hemos dado un impulso definitivo a la puesta en marcha de un nuevo regadío de más de cinco mil hectáreas, un plan que llevaba veinte años parado. Hemos aprobado el proyecto, la financiación y esperamos que en un plazo de diez o doce meses podamos iniciar las obras”, ha destacado el presidente de la comunidad de regantes, José Soler, que ha remarcado la importancia de la obra, “va a su poner un gran impulso económico en toda la zona porque vamos a convertir más de cinco mil hectáreas de un terreno extremadamente árido en una zona de regadío con una gran productividad”.

El consejero de Agricultura, Joaquín Olona, ha destacado la magnitud de un proyecto que casi cierra el Plan Nacional de Regadíos de Monegros. “Hablamos del proyecto de mayor volumen, por superficie y por inversión, de los que hemos subvencionado desde el departamento desde que pusimos en marcha el nuevo modelo de nuevos regadíos, en que se daba el protagonismo a los propios regantes”, señaló Olona, quien ha destacado “el esfuerzo que han realizado los regantes, en general, y los del Sifón de Cardiel, en particular, ya que fueron de los primeros en apoyar este nuevo modelo en que se hacían cargo de unas obras que llevaban muchos años encalladas y paralizadas”.

El consejero ha explicado que en este nuevo modelo de nuevos regadíos se van a transformar 29.000 hectáreas de secano, con una inversión total prevista de 400 millones de euros y una subvención del Gobierno de Aragón de unos 134 millones de euros. El consejero Olona también anunció que, en breve, se va a rubricar una orden ministerial, “con la firma de tres ministros”, para que la obra del Sifón de Cardiel pase de ser de interés general como obra hidráulica a tener la consideración de obra de regadío, “una cuestión técnico-jurídica que facilitará la ejecución de la obra por parte de la comunidad”.

Desde el departamento de Agricultura han destacado que la actuación va a suponer un “revulsivo importantísimo” para el Bajo Cinca, que cuenta con un sector frutícola muy potente, además de una importante industria agroalimentaria, y pusieron el acento en que es un proyecto de elevada sostenibilidad económica y social, ya que es un regadío presurizado altamente eficiente en el uso del agua gracias al goteo o aspersión.