El PSOE de Fraga invita a los vecinos a celebrar el 40 aniversario de La Fragatina

El Comité Local del PSOE de Fraga celebrará el 40 aniversario de la inauguración de la estatua de la Fragatina en un acto de pequeño formato que tendrá lugar el próximo 23 de abril a medio día en la Plaza de España. Ángel Sorolla, secretario general y portavoz de los socialistas, invitaba a todos los fragatinos “a acercarse a celebrar el cumpleaños del monumento a ‘La Dona de Faldetes’ que, en eso estaremos todos de acuerdo, se ha convertido en símbolo de la Ciudad”.

Sorolla aseguraba que “creemos que la ocasión merece hacer un reconocimiento a este símbolo por todo lo que significó ese 23 de abril de 1982”. Una fecha en la que tuvo lugar en Fraga el acto central de la celebración del Día de Aragón tras el empeño de Francisco Beltrán Odri, el por aquel entonces alcalde, y en el que se aprovechó, además de descubrir la estatua que había levantado mucha expectación y que enseguida tuvo un arraigo popular muy importante, para revindicar la Ciudad y su cultura en la Comunidad Autónoma.

La escultura es obra del ceramista José Arellano Castelló, fundador del Grupo Ceramistas Arellano del que forman parten su hija Mari Carmen y su yerno Joaquín Javierre. Un proyecto en el que, hace 4 décadas, se involucró a muchas personas anónimas que prestaron sus capacidades para hacerlo realidad y convertirlo en lo que es hoy: icono de la Ciudad. Fue encargada por el Ayuntamiento de Fraga y representa a “La Dona de Faldetes” ataviada con el traje típico, “mocador de piquets, faldetes de muixonets i devantal d’ullets”, con el peinado de rosca, los brazos en jarra y portando dos cántaros, uno sobre su cabeza y otro asido por su brazo izquierdo.

Es un homenaje a la mujer trabajadora, simbolizada por la mujer “aiguadora” que diariamente traía el agua del río al hogar en cántaros con 15 litros de capacidad que cargaba sobre su cabeza y brazos. En coherencia con esa función “aguadora” corresponde el diseño de la fuente como pedestal de la escultura. El Ayuntamiento corrió con los gastos de la fundición y del pedestal, pero la escultura -fruto de muchos meses de trabajo artístico de la familia Arellano- fue donada a la ciudad por José Arellano Castelló.