Cinca Medio

CINCA MEDIO - TEMPORADA DE CEREZAS EN LA PROVINCIA

Apuestan en Albalate de Cinca por un producto diferenciado y de calidad

La explotación en invernadero de Fruit Luxury logra posicionarse mejor en el mercado

Apuestan en Albalate de Cinca por un producto diferenciado y de calidad
Apuestan en Albalate de Cinca por un producto diferenciado y de calidad
S.E.

HUESCA.- Desde hace 30 años, la explotación familiar de Albalate de Cinca "Fruit Luxury Company" propone una oferta de cerezas de calidad, con la variedad Brooks como la más vendida en España y otros países. En los últimos años, se ha reforzado con la producción de una parte en invernadero, con el objetivo de ofrecer un producto de gran calidad capaz de satisfacer los paladares más exigentes y adelantarse a los demás.

El director técnico de Fruit Luxury Company, Javier de Pablo, subraya que de las 40 hectáreas de superficie con las que cuenta esta empresa familiar, cinco de ellas están dedicadas a la producción en invernadero. "En estos momentos, de las 40 hectáreas solo producimos en 25 porque las otras las estamos renovando con nuevas variedades adaptadas a la exportación", explica.

De las hectáreas dedicadas a nuevas variedades está previsto que una parte comience a producir el año que viene, "mientras que para el 2021 estaremos al cien por cien".

El inicio de conformar la explotación familiar surgió de su padre, "que siempre ha sido agricultor y con varios cultivos, y con la cereza que le dio más futuro en su momento".

El director técnico de esta empresa recuerda que durante sus estudios de Ingeniería Agrónoma, empezaron junto a la Universidad de Lérida "un proyecto de cereza en invernadero", que hizo que apostaran "mucho más por la cereza que por cualquier otro cultivo", como el higo y la almendra.

Producir la cereza bajo plásticos, recuerda De Pablo, "fue muy duro económicamente y tras cinco o seis años de aprendizaje empezamos a desarrollar producciones normales no sin dificultades".

En este sentido, recalca que el trabajo del cerezo en invernadero "es muy complicado y pequeños errores hacen que fracase el proyecto", aunque actualmente han logrado estabilidad en la producción. Este modo de desarrollo, "a veces no ha sido económicamente rentable pero sí lo ha sido a la hora de entrar en el mercado antes que los demás".

Una suerte que, en el caso de esta empresa, matiza, "nos ha permitido posicionarnos mejor en el mercado que otras empresas". Con este valor añadido, la empresa familiar de Albalate de Cinca ha logrado adentrarse en Inglaterra, entre otros países. "Empezar un mes antes que los demás nos ha dado entrada en sitios donde pagan un buen precio por la cereza", comentó.

En cuanto al proceso de invernadero en cerezos, Javier de Pablo indica que consiste en realizar la plantación con las variedades correctas en primer lugar. "Cuando el árbol tiene tres o cuatro años empieza a producir y ponemos el invernadero encima de los cerezos y no al revés", precisa el director técnico de Fruit Luxury Company, quien explica que la empresa ya acumula 12 años de experiencia con este modo de plantación.

Los resultados han dado lugar a un producción de cerezas de gran calidad. "La empresa de cerezas es pequeña y no podemos competir con otras que manejan grandes cantidades, pero sí con variedades de cerezas diferentes pero que aportan un extra de calidad".

En este caso, la variedad estrella de Fruit Luxury Company es la Brooks, que De Pablo define como "una cereza que es muy complicada de producir porque se raja mucho, pero que es muy gorda y muy dulce y nuestra marca tiene que llevar siempre ese sabor".

CONSECUENCIAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO

Los efectos del cambio climático han llevado consigo una disminución de la producción de cerezas en invernadero, al pasar de entre 20.000 y 25.000 kilos por temporada a las cerca de 10.000 que se producen en los últimos años en esta explotación. En este sentido, Javier de Pablo explica que "no hay suficiente frío en invierno y el cerezo no es capaz de producir".

Esta situación complica la puesta a la venta de las primeras cerezas frente a otras variedades. "Si quieres salir pronto al mercado, tienes que emplear la calefacción a principios de enero. El frío acumulado ya nunca está en esa época por lo que hemos bajado casi un 80 por ciento la producción", comenta.

De este modo, la producción resulta "muy cara, al disponer de muy pocos kilos por hectárea, y más que un negocio como tal nos sirve para entrar antes al mercado".

Por los efectos del cambio climático, la empresa de Albalate "está optando por algunas variedades de cereza que soporten mejor que haga tanto calor en invierno".

Como apunte destacado, matizó que "el cerezo necesita entre 500 y 600 horas para estar a una temperatura por debajo de los siete grados durante los meses de noviembre y diciembre".

Entre las causas del cambio climático que afectan a este tipo de explotaciones, apunta a las variaciones radicales que responden al ascenso generalizado de las temperaturas así como a la escasez de nieblas y heladas.

Así, los principales problemas que presentan las plantaciones de cerezos en la actualidad son "la falta de frío en invernadero" así como el agua y el viento.

De las 35 hectáreas dedicadas a la cereza en el exterior, "un 50 por ciento se encuentran en producción, que suponen unos 250.000 kilos para este año", comenta Javier de Pablo, quien considera que esta cifra "se sitúa dentro de lo normal", mientras que para dentro de unos dos o tres años la producción estimada se situará en torno a los 600.000 kilos. "Tenemos cinco o seis variedades pero siempre respetando que el sabor sea dulce y sobre todo crujiente", remarca De Pablo.

EXPORTACIONES

En cuanto a la ampliación de mercados, la empresa mediocinqueña distribuye un 90 por ciento de su producción en Europa, principalmente en España, Francia, Italia y Alemania, además de Inglaterra, Holanda y Bélgica.

Entre el retos de mercados, la empresa ha logrado adentrarse en Emiratos Árabes, pero el reto principal es llegar a Asia.

Respecto a esta zona, "tenemos el mercado cerrado porque España necesita primero establecer un protocolo fitosanitario con China y todavía no lo ha conseguido". El objetivo es lograr exportaciones a las grandes ciudades chinas.

FALTA DE MANO DE OBRA

Uno de los grandes retos de la empresa es poder disponer de mayor mano de obra. "No somos capaces de recoger en su tiempo todas las variedades porque no tenemos gente suficiente para recolectar", indica De Pablo.

El director técnico de la empresa de Albalate recuerda que en plantilla dispone de seis trabajadores fijos y entre 35 y 36 temporales, aunque subrayó que "harían falta 20 o 25 más" para completar la plantilla de cara a realizar la recolección de la fruta que produce esta empresa frutícola en la zona.