El acusado de apuñalar a su exmujer en Monzón asegura que oía voces que le decían que matara a su mujer

HUESCA.- El hombre de origen senegalés acusado de haber asesinado a su exmujer, de la misma nacionalidad, tras asestarle 84 cuchilladas y en presencia de los dos hijos menores de ambos, en Monzón, ha asegurado este lunes, en la primera sesión del juicio, que no recordaba que hubiera apuñalado a la víctima y que llevaba unos dos años escuchando "voces" que le decían que matara a su mujer.

La Audiencia Provincial de Huesca ha acogido la primera sesión del juicio con jurado popular contra Mamadou, el hombre para el que el Ministerio Fiscal pide 25 años de prisión como presunto responsable del asesinato con las agravantes de parentesco y de género de Rokhaya, su excompañera sentimental, que entonces tenía 42 años.

Por su parte, la defensa del acusado pide la libre absolución del mismo, al asegurar que padece "alteraciones psíquicas" que "se agravaron el día de los hechos", cuando sufrió "un trastorno mental transitorio que mermó sus capacidades intelectuales y no pudo controlar sus impulsos, ni sus actos". La letrada solicita que se le aplique una exención de responsabilidad penal, lo que conllevaría a declararle no culpable, o bien una atenuación de la pena que solicitan tanto el ministerio fiscal como la acusaciones particulares y la popular.

La sesión ha comenzado con la declaración del acusado, quien ha asegurado que en 2009 se casó con la víctima porque "ella no tenía papeles" y "cuando los tuvo ella no quería saber nada". En 2013, Rokhaya presentó una denuncia por violencia de género en un juzgado de Monzón que finalmente no prosperó, y en 2017 la pareja se separó. El hombre se fue a vivir a Binéfar y la mujer, con los dos hijos menores de ambos, se quedó a vivir en Monzón, donde trabajaba en la brigada forestal del Ayuntamiento.

El acusado ha reiterado en varias ocasiones que escuchaba "voces" que le decían que matara a su mujer, que se cogió la baja médica y que pocos meses del suceso regresó al domicilio de Monzón, pero "yo no estaba bien, no me sentía bien", ha dicho.

El día de los hechos (domingo), los hijos estaban con su padre en Binéfar y los llevó de vuelta a casa de la madre por la mañana para que hicieran los deberes. La pareja comenzó una discusión por unas zapatillas, y el acusado ha manifestado no recordar nada más de lo que pasó y que "nunca" tuvo intención de matar a su exmujer.

Según el escrito de acusación del ministerio fiscal, la víctima recibió 84 heridas inciso punzantes, algunas de las cuales alcanzaron órganos vitales. Tras presenciar los hechos, la hija salió a pedir ayuda, tras lo que se personaron en la casa agentes de la Policía Local de Monzón que hallaron el cuerpo de la víctima y el cuchillo al lado, procediéndose a la detención del acusado.

Tras la declaración del acusado, siete testigos, entre vecinos y familiares tanto del procesado como de la víctima, han contestado a las preguntas del ministerio fiscal, las acusaciones, la defensa y el jurado popular. Todos ellos han comentado que nunca habían visto ni escuchado a la pareja pelearse, aunque uno de ellos ha reconocido que sabía que tenían problemas.

Uno de los testigos ha manifestado que Mamadou sí le había reconocido que había matado a su exmujer, mientras que otro ha explicado que el procesado le había comentado que oía "voces".

La primera sesión del juicio, en la que todos los presentes en la sala han llevado mascarilla si no era posible mantener la distancia mínima de seguridad, ha concluido con la reproducción de la declaración que días más tarde del suceso realizó la hija de ambos que salió de la casa para dar la voz de alarma. El juicio se reanudará con las pruebas testificales y periciales este martes.