Cinca Medio

CINCA MEDIO - TRIBUNALES

El TSJA confirma la condena 25 años al hombre que mató a su mujer en Monzón

En su sentencia, la sala de lo Civil y Penal, rechaza el recurso de la defensa

El TSJA confirma la condena 25 años al hombre que mató a su mujer en Monzón
El TSJA confirma la condena 25 años al hombre que mató a su mujer en Monzón
R. N.

ZARAGOZA.- El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha confirmado la sentencia de 25 años de prisión a un inmigrante senegalés por el asesinato de su mujer, de su misma nacionalidad, a la que infligió 105 puñaladas con un cuchillo de cocina en su domicilio en Monzón en noviembre de 2018.

En su sentencia, la sala de lo Civil y Penal del TSJA rechaza el recurso de la defensa del acusado, que solicitó, en una vista celebrada el pasado día 7, rebajar la condena de su cliente a 7 años y medio tras alegar que el jurado que vio el caso erró al considerar que hubo ensañamiento y no valoró una posible disminución de las facultades mentales del acusado.

Los magistrados argumentan, por contra, que existió la agravante de ensañamiento tipificada en el delito de asesinato, ya que la víctima, a tenor de lo manifestado por los forenses, no murió por una puñalada al inicio del ataque, sino a causa del gran número que le fueron asestadas y de la consiguiente pérdida de sangre.

Entienden, a este respecto, que la motivación del jurado al afirmar que el fallecimiento de la víctima se debió a la gran pérdida de sangre que le produjeron las múltiples heridas recibidas se basó en la afirmación de los médicos forenses en su informe de que "no se localiza una puñalada como clave, sino la suma de ellas para producir dicha pérdida de sangre".

En relación con el trastorno mental transitorio esgrimido por la defensa, el TSJA reitera los argumentos del jurado al entender que los peritos que tomaron parte en la vista no consideraron probada disminución alguna de la capacidad del acusado para "entender la maldad de su acción".

La sentencia apelada consideró probado que el 25 de noviembre de 2018, el acusado se dirigió a la casa familiar en Monzón para restituir los dos hijos menores a la madre, de la que se había separado por diferencias diversas.

El jurado estimó que durante una discusión, el procesado cogió un cuchillo de grandes dimensiones de la cocina y apuñaló más de cien veces a su mujer, a la que siguió apuñalando tras caer al suelo.

En su defensa, el procesado alegó que había escuchado en su cabeza unas "voces" que le habían impulsado a matar a su mujer, una objeción que los especialistas no consideraron probada.

Los miembros del jurado sí que apreciaron, sin embargo, que el asesinato fue "un acto de dominación motivado por la idea de superioridad que el acusado tenía respecto a la víctima por su condición femenina", derivado, además, de un contexto cultural y religioso en el que el hombre ejerce el papel de superior jerárquico.