Jaca gana la batalla y al tiempo a base de sentimiento e ilusión

JACA.- Miles de voces han llenado este viernes la calle Mayor para entonar al unísono el "Jaca libre sabe vivir a la sombra del monte Oroel". Un año más, el himno del Primer Viernes de Mayo ha demostrado su poder para unir a una sociedad que se enorgullece de sus antepasados, a los que rinde memoria en esta milenaria celebración.

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En ausencia de tropas moras, el mayor enemigo del valiente pueblo jaqués ha sido la tormenta que ha obligado a suspender la peregrinación a la ermita y ha deslucido el almuerzo preparado por familias y grupos de amigos. La lluvia no se ha atrevido con el desfile (retrasado media hora), ni con el canto del himno, que se ha convertido en la apoteosis del sentimiento jacetano.

EL PRIMER VIERNES DE MAYO EN IMÁGENES, EN ESTA GALERÍA

"La sociedad jaquesa tiene una gran capacidad para adaptarse a las circunstancias y la hermandad supo adaptar muy bien los actos en función de la meteorología", ha dicho el alcalde, Juan Manuel Ramón, que ha presidido el desfile, junto a las consejeras de Sanidad, Pilar Ventura; y Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto. También, ha habido un grupo de 'hermanos' festeros de Elche.

Uno de los protagonistas de ese año ha sido el síndico, Daniel Ventura. "Ha sido una jornada rápida y muy intensa. Me ha encantado la experiencia y me gustaría repetir", ha señalado el concejal, que ha lucido el traje carmesí y la bandera local en un desfile abierto por el nuevo abanderado de la hermandad, Antonio Oliván. Otro de los 'novatos' ha sido el capitán de los Labradores, Carlos Rabal, que ha ordenado su primera descarga junto al paseo, a causa de la lluvia matinal.

Para Miguel Carasol, el rostro del conde Aznar, "ha sido una jornada intensa y emocionante, extraordinaria como siempre, salvo el momento de tensión con la lluvia". Como novedad, el líder de las huestes jaquesas ha estado presente en los saludos de banderas de la plaza de la Catedral, en lo que ha sido una de las innovaciones de la nueva junta de la hermandad, presidida por Carlos García.

Las descargas de los Labradores y los Artesanos tiñeron el cielo jaqués con el olor a pólvora, que compitió con el colorido de las flores de las Artesanas y las Labradoras, dignas sucesoras de las antiguas jaquesas que obraron una gesta cuando fueron a socorrer a sus esposos o hijos, en una acción decisiva para el desenlace de la Batalla de la Victoria, en el año 760.

Todo el carrusel de emociones ha desembocado en el canto de himno del festejo al compás de la Banda de Música Santa Orosia, dirigida por Rafael Mayayo. Los vecinos han saltado entusiasmados y han contagiado su alegría a los jaqueses de la diáspora, a través de sus móviles. Tampoco ha faltado la salve final en la plaza Biscós en memoria de los fallecidos.