Jacetania

JACETANIA - PANDEMIA DEL CORONAVIRUS

Hecho, Jasa y Aragüés plantan cara al coronavirus y logran evitar los contagios

Sus previsoras medidas y el trabajo de una junta logran que el virus no haya llegado a la zona

JACA.- Los ayuntamientos de Hecho, Jasa y Aragüés del Puerto, el Servicio Social de Base de la Comarca de la Jacetania, la Guardia Civil, la Fundación L"Ausín de Hecho y el centro de salud cheso componen la Junta Chafardero Covid-19, que desde hace un mes trabaja para hacer frente a la crisis sanitaria. Los datos avalan su buena labor.

"Hubo hogares en cuarentena por presentar síntomas leves o por algún miembro que llegó de fuera, pero no hay constancia de la enfermedad en los pueblos, incluida la residencia. Los usuarios llevan la reclusión lo mejor que pueden, pero en perfecto estado de salud, cada uno en sus circunstancias", apuntan desde la Junta Chafardero, cuya labor, junto al buen hacer de la gerencia de la residencia y su fundación, permitió dotar a los residentes de televisión, radio y teléfonos fijos individuales.

El valle de Hecho se anticipó al estado de alarma. El 13 de marzo sus hosteleros cancelaron las reservas y los bares y cafeterías cerraron sus puertas. "Este gesto fue importante en un lugar donde el 60% de la economía depende del turismo y los servicios, pero se debatió y ganó de manera unánime. No se quería correr el riesgo de importar el virus, sabiendo que muchos habitantes, como es habitual en la España rural, son de edad avanzada", explican.

El 14 de marzo se limitó el acceso a las tiendas de uno en uno y la espera se hacía fuera guardando las distancias. Además, se empezó a coser mascarillas para la residencia, que tiene casi 40 usuarios. Una semana antes, la residencia prohibió la entrada al personal ajeno.

La Junta Chafardero elaboró un censo, incluyendo residentes y segundas viviendas ocupadas antes del confinamiento. "Así, se unificaron más de 250 núcleos familiares, que enlazan a un centenar de hogares que no tienen nuevas tecnologías. La información es lo primordial y se envía por un gran grupo de whatsapp, correo electrónico o el bando-móvil".

En sus inicios, la junta concienció para respetar el confinamiento, se organizaron horarios mínimos en los comercios y se les instruyó en buenas prácticas para evitar recibir y transmitir el coronavirus, mediante el pago aplazado o la tarjeta de crédito. También se organizaron las compras bajo pedido de lotes para evitar viajes. Los comercios están abastecidos con pantallas protectoras, mascarillas FFP2 y abundante gel hidroalcohólico.

La junta tiene una veintena de voluntarios que prestan un apoyo directo. La secretaría coordina y promueve iniciativas. Hay dos oficinas virtuales, una de contacto e información general y otra de comunicación. También hay 5 grupos de acción. Uno gestiona la base de datos y otro controla y reparte el material recibido (en su mayoría, fruto de donaciones).

Un tercer grupo llamado "La ropada" reparte las compras a los hogares que lo necesitan; el cuarto, "Residencia", amplía la bolsa de trabajo y reúne a 11 voluntarios preparados para intervenir; y un quinto, "Cuéntame", desarrolla un programa comarcal con actividades vía teléfono para hogares unipersonales o con necesidades específicas.