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JACETANIA - SECTOR AGRÍCOLA

Del cereal de secano a los lavandines: la finca piloto de Jaca demuestra que es viable

La plantación experimental del Cita está en plena producción y da el salto al mercado

Del cereal de secano a los lavandines: la finca piloto de Jaca demuestra que es viable
Del cereal de secano a los lavandines: la finca piloto de Jaca demuestra que es viable
A.J.

HUESCA.- La finca experimental de plantas aromáticas y medicinales de Bernués demuestra que es viable su cultivo a más de 800 metros de altitud para la sustitución del tradicional cereal de secano, cada vez menos productivo. Tres años después, están plenamente adaptadas, generan una buena producción y este año se va a analizar la calidad de sus aceites esenciales para hacer un estudio económico. No necesita riego, al menos en esta zona -en otras sí-, apenas cuidados, porque es un cultivo muy rústico, y escasa inversión. El éxito depende del control de las malas hierbas.

Entonces, ¿por qué no hay más cultivos de plantas aromáticas? Eso se pregunta Juliana Navarro, doctora en Ingeniería Agrónoma y técnico en Agromedicinales del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (Cita), organismo dependiente del Gobierno de Aragón, al frente del proyecto "Estudio de viabilidad industrial de especies aromáticas y medicinales en la Comarca de la Jacetania" que se desarrolla en una finca piloto en colaboración con el Ayuntamiento de Jaca. "El objetivo, además de ver la adaptabilidad de estos cultivos en el territorio, es comparar la rentabilidad con los cultivos de secano tradicionales de la zona", asegura Navarro.

El Ayuntamiento de Jaca también apuesta por brindar esta posibilidad de diversificación de cultivos a agricultores o emprendedores. Por ello, "prevé, dentro de sus líneas de subvención, que las parcelas que trabajan estos cultivos sean subvencionables", según explica el director de la Oficina de Fomento, José Ángel Hierro. Su objetivo es aumentar las posibilidades económicas del sector ya que, según explica Hierro, el estudio indicará la rentabilidad de cada una de las especies.

Por ello, van más allá y este año han plantado cereal, para comparar los cultivos, en los límites de esta finca de 1.200 metros cuadrados ubicada a 917 metros de altitud, en Bernués, un núcleo a unos 17 kilómetros de Jaca por la carretera de la Peña Oroel. Las plantas aromáticas, que son perennes, están en producción en dos o tres años y se mantienen 8 ó 10, porque tras los cortes correspondientes rebrotan. En concreto, hay dos tipos de lavandines, salvia, ajenjo, orégano y ajedrea.

Concretamente, se eligieron especies que por sus características pudieran adaptarse a la zona y que además tuvieran demanda en el mercado, sobre todo para cosmética, productos de limpieza o alimentación: Lavandín Grosso (Híbrido de Lavandula angustifolia con Lavandula latifolia), Lavandín Super (Híbrido de Lavandula angustifolia con Lavandula latifolia), Salvia officinalis, Satureja montana (Ajedrea), Artemisia absinthium (Ajenjo) y Origanum virens (Orégano verde). Cada una va dirigida a un tipo de industria.

CULTIVO ADAPTADO Y CON BUEN RENDIMIENTO

"Vemos que todas las especies están muy bien adaptadas y que podría ser una buena alternativa para los lavandines, que exigen un poco de altitud, y es un cultivo que tiene el mercado garantizado y un buen canal de comercialización", apunta Navarro, responsable de la línea de domesticación y valorización de plantas aromáticas del Cita. En 2018, realizaron el corte aéreo de las plantas, de la flor; y la destilación de la producción en la planta piloto del Cita, para tener una aproximación del aprovechamiento industrial. "Lo que vemos es que el rendimiento en aceite esencial no es pequeño para dos años", indica Navarro. De hecho, la finca no es grande, porque tan solo hay 12 líneas de 50 metros, dos por especie. Además, son importantes los rendimientos en biomasa. En 2018, de 100 metros de plantas, se recolectaron 130 kilos de biomasa de ajenjo, que se utiliza en la industria de los licores y es especialmente apreciada en Francia. Solo que tiene un componente tóxico, las tuyonas, y para se puede utilizar en la industria alimentaria se tiene que extraer.

"Como desarrollo agronómico está siendo un éxito, porque las plantas están bien agarradas y hay buena producción", recalca la investigadora. Por ello, este año se da un "salto al mercado", en el sentido de que se van a extraer los aceites esenciales de las diferentes especies para medir su calidad y calcular su rentabilidad en el mercado. "Ahora queremos ver en números cuál es la rentabilidad", señala.

"Los secanos de Aragón ya no son tan productivos como eran, por lo que estas plantas tan rústicas pueden ser cultivadas en tierras marginales y traer trabajo y vertebración al territorio, por eso debemos apostar por ellas. Es una salida sobre todo para zonas de secano altos como la Jacetania, donde pueden darse incluso plantas de comercializar muy desarrolladas como los lavandines", concluye Navarro.

Este proyecto se va a integrar en un programa Poctefa, aún en fase de aprobación definitiva, con el que se pretende generar ocupaciones en el medio rural. Se daría formación reglada en plantas medicinales y en frutos rojos. Estos últimos se cultivan en otra finca experimental en Ara, también en el mismo municipio de Jaca.