El valle del Aragón se reivindica como un destino seguro

CANDANCHÚ.- La Asociación Turística del Valle del Aragón (ATVA) quiso reivindicar este martes desde Candanchú que el valle -integrado por Jaca, Canfranc, Villanúa, Aísa, Castiello de Jaca y Borau- es un destino seguro y anunció una serie de medidas contra el Covid-19, al tiempo que presentó su revista semestral nº 39, correspondiente al periodo verano-otoño.

"La pandemia nos ha conducido a una nueva realidad en el valle del Aragón. Tanto las entidades municipales, como las empresas se han adaptado y han implementado una serie de medidas sanitarias para que los visitantes puedan seguir disfrutando", apuntó el presidente de la ATVA, Luis Terrén, que reconoce que "mientras dure la crisis, puede haber limitaciones que supongan algunas incomodidades", pero "es por la seguridad sanitarias de todas las personas".

Dentro de las medidas sanitarias, sobresale la instalación de una decena de puntos higiénicos dotados con gel desfinfectante, que se ubicarán en las estaciones de Astún y Candanchú, la Ciudadela de Jaca o el aeródromo de Santa Cilia, entre otros espacios. De este modo, para el también alcalde de Villanúa, "se ofrece seguridad y el visitante se siente arropado por el destino".

También se van a instalar carteles en español, inglés y francés que invitan a respetar el aforo máximo permitido en el interior de los locales, cumplir la distancia interpersonal de dos metros, usar mascarillas y guantes desechables, desinfectar las manos y favorecer el pago con tarjeta o móvil.

Ante el retroceso a la fase 2 en varias comarcas, la concejala de Turismo de Jaca, Olvido Moratinos, insistió en que "el valle del Aragón es un destino seguro y continúa dentro de la nueva normalidad". "Los establecimientos aplican las medidas preventivas y están deseosos de recibir a los turistas, que pueden disfrutar de un entorno abierto y un montón de actividades", agregó.

Para el director comercial de Astún, Andrés Pita, "hay incertidumbre" de cara a la campaña de invierno, porque "no se sabe lo que va a pasar", pero el verano "servirá para coger experiencia" y "el valle tiene que aprovechar sus puntos fuertes y ofrecer actividades no masificadas", como el Telesilla a los Lagos, que retrasó su apertura una semana y "supera las cifras de otros años".

La afluencia al valle es alta en fines de semana, aunque entre semana hay una ocupación media y prima la segunda residencia. "Hay que transmitir confianza, porque es seguro venir a un hotel en el Pirineo", declaró Amparo Lecumberri, directora del Hotel Edelweiss de Candanchú. En el entorno de la estación, "la mayoría de los hoteles han retrasado la apertura y están por debajo de las cifras del año pasado". Su idea es "ser muy flexibles con las cancelaciones". Para Eduardo Roldán, concejal de Aísa, "el destino está sano" y que eso se mantenga "dependerá del comportamiento del público".

Por ahora, 18 espacios del valle han obtenido el certificado de establecimiento seguro, lo que indica que "hay mucha sensibilidad en el sector y no se quiere dejar desprotegido al visitante", según explicó Ángel Bandrés, director-gerente de la ATVA, cuya revista tiene una tirada de 10.000 ejemplares y se distribuirá en oficinas de turismo, ferias, establecimientos y puntos de interés.