Jacetania

JACETANIA - PATRIMONIO

Concluye la restauración de la talla románica de la Virgen de Iguácel

Se ha llevado a cabo por parte del Museo Diocesano de Jaca con la financiación de la Asociación Sancho Ramírez de Jaca

Concluye la restauración de la talla románica de la Virgen de Iguácel
Concluye la restauración de la talla románica de la Virgen de Iguácel
M.D.J.

ZARAGOZA.- La talla románica de la Virgen de Iguácel, originaria de la ermita del mismo nombre en el Valle de la Garcipollera, ha recuperado sus colores y aspecto original después de la restauración que se ha llevado a cabo por parte del Museo Diocesano de Jaca con la financiación de la Asociación Sancho Ramírez de Jaca.

La talla, catalogada como Bien de Interés Cultural de Aragón, es una de las joyas del románico de este museo, que abandona todos los años a mediados de julio para participar en la romería que organizan los antiguos habitantes del valle de la Garcipollera, ahora casi despoblado.

Los trabajos, que comenzaron a finales de 2019, han sido llevados a cabo por la restauradora Inmaculada Piedrafita, con la colaboración del restaurador Gerardo Sanchez Mur, bajo la supervisión de Jesús Lizalde Giménez, delegado diocesano de Patrimonio, Belén Luque, directora del MDJ, y varios técnicos del Gobierno de Aragón.

Es una talla románica de madera policromada datada a principios del siglo XII y que responde al modelo típico de la Virgen románica que aparece sedente en un trono sosteniendo a Jesús sobre su rodilla izquierda, ambos caracterizados por su hieratismo y frontalidad. La base de la talla presentaba algunas grietas, arrastres de la capa de policromía y policromías posteriores realizadas a lo largo de los siglos.

La restauración ha consistido en la limpieza mecánica y química de la pieza, con ayuda puntual de un bisturí para las zonas con más adherencias, ya que algunas zonas presentaban una capa de barniz amarilleado y suciedad que ocultaban la verdadera brillantez y riqueza del color de la pieza. Se han sellado los desperfectos de la base y se ha aplicado una base de cola animal y yeso, lo mas similar al usado tradicionalmente.

Una vez finalizado el proceso de estucado, y tras la aplicación de una capa de protección previa, se ha reintegrado el color mediante la técnica de puntillismo, que consiste en aplicar miles de pequeños puntos hasta conseguir que la laguna quede reintegrada con el color original, lo que permite que de lejos no se distinga la reintegración y de cerca se pueda apreciar la intervención del restaurador.

Desde el Museo Diocesano de Jaca esperan que el próximo año, el segundo domingo de julio, la talla de Virgen de Iguácel "pueda volver por unas horas a su templo en el corazón del valle de la Garcipollera y compartir con todos sus fieles devotos su tradicional romería".