Ansó, una localidad con proyectos "inteligentes" para atraer población

Ansó ha perdido cien habitantes en 30 años y quiere frenar la sangría con proyectos que generen oportunidades para que los jóvenes se puedan quedar y para atraer a nuevos pobladores. Es el único pueblo de España seleccionado para participar en el proyecto "Smart Rural Areas in the 21st Century" (pueblos inteligentes), para impulsar soluciones ante la Europa vacía.

La extensión de la banda ancha, la generación de energía sostenible, la creación de un "coworking" y talleres para artesanos o la construcción de "vivienda trampolín" para facilitar el asentamiento de población son solo algunos de los proyectos que se van a impulsar desde el ayuntamiento.

¿Por qué Ansó? "Llegó un correo en pleno confinamiento y se puede mirar o dejarlo pasar. La teniente de alcalde, Blanca Alfonso, ha dicho que por qué no lo intentábamos; les pareció un proyecto muy potente", indica la alcaldesa Montse Castán. Así que se embarcaron en esta iniciativa, coordinada por el Grupo E40, respaldado de la Comisión Europea.

Además de exponer que Ansó es un conjunto declarado BIC, que pertenece al Parque de los Valles Occidentales, que obtuvo el Premio Conama a la Sostenibilidad... explicaron sus proyectos para generar oportunidades para captar nuevos pobladores. "Nosotros como ayuntamiento tenemos que facilitar el emprendimiento e incluso espacios donde se puede desarrollar esa actividad", resalta.

Ahora, Ansó es un pueblo que vive fundamentalmente de la ganadería y cada vez más del turismo y los servicios. Entre sus proyectos, quieren abrir un "coworking", pero también reformar y reutilizar las naves de la antigua serrería para convertirlas en talleres para artesanos.

Además, y pensando en el teletrabajo como una oportunidad, incluyen la llegada de la banda ancha, que se ha implantado con el Plan de Extensión de la Diputación Provincial de Huesca. "Ya solo falta extender los cables y poco más", señala la alcaldesa. "Muchos jóvenes que han salido a estudiar y ha desarrollar su proyecto vital fuera, les encantaría volver y teletrabajar. Hoy en día el mercado laboral está cambiando mucho, hay más jóvenes dispuestos a ello y queremos darles esa oportunidad", destaca.

Al mismo tiempo, su proyecto "Vivienda trampolín" resolverá las dificultades de acceso a la misma. Por ello, "vamos a construir cuatro dúplex sencillos para una o dos personas para vecinos o nuevos pobladores que vengan con su proyecto vital y laboral, que les permita estar cinco años para decidir si les gusta y mientras se puedan alquilar o comprar otra vivienda. Les vamos a dar la oportunidad de quedarse, porque la vida social también es importante y si no lo vives, no puedes saber si te gusta", comenta Castán. En este caso, se acogen al Plan de Vivienda de la DPH, dotado con 3 millones de euros para dar créditos sin intereses a los ayuntamientos para la rehabilitación o construcción. También han elaborado un estudio de viviendas desocupadas y ofrecen ventajas a los propietarios que las pongan en alquiler.

Además, van a poner en marcha un aula de naturaleza en colaboración con la escuela. Otro lo de los proyectos que se incluyen es la creación de una minicentral, aprovechando un sobradero del depósito de agua. "Tenemos el proyecto y estamos esperando a que salgan las subvenciones para presentarlo. Queremos ser autosuficientes para el alumbrado público y los edificios municipales", comenta la alcaldesa, para lo que asegura que necesitarán ayuda económica y que recurrirán al Gobierno de Aragón. Más ahora que las compensaciones por los espacios naturales se han recortado y han perdido 150.000 euros.

Con todos estos proyectos, Ansó va a iniciar un proceso de participación para que el pueblo conozca la estrategia, exponga sus necesidades y proponga soluciones. "La idea es que llegue gente de fuera, pero que los de aquí participen en la evolución de su pueblo", explica la agente de desarrollo local, la psicóloga Andrea Sánchez, que volvió a Ansó para confinarse y decidió quedarse.

Casualmente es un ejemplo de ansotana que ha estudiado y vivido fuera -Teruel, Italia y Sevilla- y que quiere desarrollarse profesionalmente en su pueblo. "Me he movido mucho, pero me he dado cuenta de que me gusta vivir en el medio natural, con esa paz interior que te aporta vivir sin tantos estímulos externos. Salir tiene muchas cosas buenas, pero te das cuenta de que vivir en el pueblo te da mucha calidad de vida", indica. Por ello, resalta que este proyecto ayudará también a otros jóvenes que, como ella, quieren quedarse. "No es tanto vivir en automático como tomar la decisión de cómo quieres vivir y el pueblo me lo permite", concluye.