Río Aragón denuncia “propaganda” de la CHE

Río Aragón criticó este martes “la actitud y el sesgo informativo” de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y el Gobierno de Aragón ante el reciente hallazgo de una ciudad romana en Artieda, “al asociarlo a un inaceptable plan de restitución por el recrecimiento de Yesa” e “ignorar al auténtico impulsor, que han sido el pueblo y su ayuntamiento”.

La aparición de calles pavimentadas y un mosaico de grandes dimensiones fue “un acto de propaganda y un intento de lavado de cara”, según Río Aragón, que recuerda que la CHE “es la principal responsable de la destrucción de patrimonio en el entorno del embalse de Yesa”.

En ese sentido, destacan “el abandono de Tiermas, Ruesta y Esco, con el deterioro y derrumbe de gran parte de sus cascos históricos, que incluyen un castillo medieval y sendas declaraciones de Bien de Interés Cultural”, así como “la inundación del balneario de Tiermas y sus aguas termales” o “la anegación de la calzada imperial romana de la vega del río Aragón”.

A ello suman “la inundación de los cromlech de Ruesta de la Edad de Hierro, que son uno de los mayores complejos de estas construcciones hallados en el Pirineo, en el marco de las Excavaciones Salada II, de las que nunca más se supo”, o “la destrucción de decenas de kilómetros del Camino de Santiago y bienes patrimoniales asociados”. “La CHE también es responsable de las obras del ruinoso recrecimiento de Yesa, que inundaría muchos más bienes. Entre los amenazados se hallan varios kilómetros del Camino de Santiago, otro tramo de calzada imperial, construcciones romanas del siglo I d. C excavadas en La Salada I o la necrópolis prehistórica de Esco, con más de 550 enterramientos medievales”, alerta Río Aragón.

Respecto al Gobierno de Aragón, creen “muy lamentable que se limite a dar el visto bueno a la CHE, que no es competente en Patrimonio”. Por ello, exigen al Ejecutivo “asumir la dirección de lo que deba ocurrir” en el yacimiento, “dedicar recursos económicos acordes a la importantísima valía de lo apuntado en la campaña de excavaciones del equipo de la Universidad de Zaragoza” y “entender que la mejor forma de proteger el yacimiento es preservar su entorno, renunciando al llenado de Yesa recrecido”.