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COLABORAN: CAJA RURAL DE ARAGÓN Y DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE HUESCA

Un amor de verano acaba en gemelos y en proyectos de futuro para Hecho

#CONTRALADESPOBLACIÓN

Fernando Coarasa y Marta Lera con sus gemelos Mateo y Lucas.
Fernando Coarasa y Marta Lera con sus gemelos Mateo y Lucas.
S.E.

Los gemelos Mateo y Lucas, de siete meses, probablemente junto a otros dos bebés de Hecho, abrirán en septiembre el nuevo servicio de la escuela municipal infantil de Hecho, al que podrán sumarse de otros núcleos del valle. Son un claro ejemplo de la apuesta de los jóvenes de esta localidad pirenaica por quedarse en el pueblo. Su padre, Fernando Coarasa, continúa la tradición con su ganadería de vacas y su madre, Marta Lera, está dispuesta a seguir haciendo el esfuerzo de desplazarse a trabajar como enfermera al hospital de Pamplona. Es, además, teniente de alcalde de un ayuntamiento que ha invertido en acondicionar cuatro viviendas para favorecer el asentamiento de los jóvenes y la llegada de nuevos habitantes.

Esta familia ya tiene casa, pero otras van a tener la oportunidad de alquilar una. “No es fácil, pero tenemos que trabajar para fijar población. Para ocupar las viviendas, habrá una selección y se dará puntos a los que ya llevan tiempo empadronados, porque lo primero es fijar población”, comenta el alcalde de Hecho, José Luis Burró, desde el convencimiento de que el primer paso para frenar la despoblación es que los jóvenes del pueblo tengan oportunidad de quedarse.

El trabajo es una de las razones por las que algunos, y sobre todo las mujeres, marchan, pero al menos que no sea por no tener dónde vivir. Es ahí donde ha decidido intervenir el Ayuntamiento con la remodelación de antiguas dependencias educativas, que han acometido con remanentes que no habían podido invertir por la ley de estabilidad presupuestaria.

La ganadería y la hostelería, además de la construcción y algún otro gremio, son las principales actividades económicas de la localidad. “Soy optimista porque muchos jóvenes quieren quedarse aquí”, indica Burró. El alcalde comenta que en España la revolución industrial llegó más tarde que en otros lugares de Europa y que el retorno al medio rural se ha producido antes en zonas como Escocia. “Pero tienen que tener algún modo de vida, algún medio para que la gente pueda tirar para adelante”, indica. También hay gente que viene una temporada, que prueba... pero “no es la solución”. Realmente, en verano ya aumenta mucho la población, pero “hay que aguantar todo el año”. Por ello, su empeño es facilitar que los que viven allí no tengan que marcharse y, después, que lleguen nuevos vecinos. Y, como consecuencia, “que el gráfico de población vaya hacia arriba”, explica.

“Soy optimista porque muchos jóvenes quieren quedarse aquí”

Hecho cuenta con más de 600 vecinos, pero el resto de los pueblos del municipio son más pequeños. Mientras en Siresa residen más de 100, apenas hay 70 en Embún y unos 50 en Urdués. “Hay mucha gente que vive en núcleos pequeños por amor a sus raíces y hay que reconocer a los que cuidamos los pueblos todo el año”, asegura el alcalde.

Adrián: un joven que vuelve a su pueblo

Adrián Borruel, de 21 años, es uno de los que se plantea optar al concurso para ocupar una de estas recién rehabilitadas viviendas municipales. “Es una buena iniciativa para los jóvenes, para que podamos independizarnos y quedarnos, y también vendrá bien para el asentamiento de nuevas familias”, comenta.

Marchó a estudiar un Ciclo Superior de Marketing a Zaragoza y se quedó un tiempo trabajando como comercial en esta ciudad. “Estaba bien en el trabajo, pero tenía muy claro desde hace tiempo que quería vivir aquí”, asegura. Por ello, tras hablarlo en casa, decidió emprender el camino de vuelta para acometer nuevos proyectos en la empresa de cerveza artesana de su padre, Pirineos Bier, que cumple ahora diez años. Es la fábrica de cerveza artesana más antigua de Aragón en activo, según explica Borruel, y ofrece siete tipos distintos de cerveza.

Además, se ha convertido en ganadero. Su hermano y su primo ya tenían vacas y ovejas y ahora él también completará su actividad con este oficio tan ancestral en el valle. “Parece que los jóvenes se van quedando. Al menos, no pasa como en otros pueblos. Pero, es verdad que las chicas no tanto”, indica, lo que atribuye a las posibilidades laborales. “O lo tienes muy claro o te vas, porque es difícil quedarse por el trabajo. Tienes que tenerlo muy claro”, afirma con rotundidad.

Marta y su amor de verano, que duró muchos verano

A Marta Lera la llevó a Hecho “un amor de verano, que duró muchos veranos”, explica entre risas. Natural de Barcelona, pero con orígenes en Siresa, a sus 31 años, lleva más de cinco afincada en Hecho. “Tenemos la gran suerte de que la gente joven se queda, muchos con ganadería”, indica, pero apunta que las circunstancias laborales han obligado a muchas chicas a irse. “Hay que dar facilidades porque el empleo es complicado, pues al menos que no lo sea la vivienda”, comenta como teniente de alcalde.

“Aposté por quedarme, aunque hago más de 100 kilómetros al día para ir a trabajar, porque no quiero renunciar a mi trabajo”, indica acerca de su caso, aunque no es la única del pueblo que se desplaza a otros lugares por razones laborales. Aunque ahora está de excedencia por el cuidado de sus hijos gemelos, volverá como enfermera al hospital de Pamplona.

“Aposté por quedarme, aunque hago más de 100 kilómetros al día para ir a trabajar, porque no quiero renunciar a mi trabajo”

Fernando y Marta no es la única pareja joven que ha decidido quedarse y tampoco Adrián Borruel es el único que puede estar interesado en esas viviendas municipales, ya que también hay familias con niños. El Ayuntamiento del Valle de Hecho planea nuevas instalaciones para la escuela y, aunque no estarán para el próximo curso, el servicio sí que se prestará para ayudar a las familias a continuar en los pueblos.  

Adrián Borruel, con sus vacas este verano.
Adrián Borruel, con sus vacas este verano.
S.E.