Jacetania

OJO AVIZOR

El entorno de Jaca se consolida como destino turístico de verano

La capital jaquesa sigue rompiendo la estacionalidad, llegando a quintuplicar su población en agosto

APODADA cariñosamente como ‘la perla del Pirineo’ y haciendo las veces de ‘capital de la montaña’, Jaca se convirtió a mediados del siglo XX en un destino de referencia en España para el turismo invernal a raíz del ‘boom’ del esquí, un deporte de masas que dio sus primeros pasos en Candanchú (impulsado por el recientemente desaparecido Eduardo Roldán) y años después se extendió a Astún, marcando el futuro de varias generaciones.

Sin embargo, la notable oferta turística de la Jacetania -encabezada por la Ciudadela de Jaca, la Estación Internacional de Canfranc y el Monasterio de San Juan de la Peña, con permiso de la Cueva de las Güixas de Villanúa, el Museo Diocesano de Jaca o el aeródromo de Santa Cilia- consiguió que durante los últimos años el número de pernoctaciones del mes de julio y sobre todo de agosto alcancen y hasta superen los picos de afluencia de la campaña invernal.

Las 70.000 personas que -según la organización- pasaron por el Mercado Medieval en sus tres días o los 9.000 visitantes que registró la nueva feria de productos franceses celebrada durante una única tarde en la Ciudadela son solamente dos de las cifras que muestran el creciente potencial del entorno de Jaca como destino vacacional también durante los meses de verano, incluso en un año muy condicionado por la inflación y la guerra en Ucrania.

Agosto, un mes “excepcional”

Al hacer balance, la Asociación Turística del Valle del Aragón (ATVA) indica que los establecimientos del sector hotelero “se encuentran satisfechos con los registros de ocupación y las pernoctaciones”, subrayando que “agosto fue excepcional”, impulsando una campaña que “arroja unos datos positivos”, aunque “la media global de todo el Pirineo no alcanza las cifras del verano de 2019”.

En concreto, el Pirineo aragonés -hasta el día 31 de agosto- recibió un volumen acumulado de 424.159 viajeros nacionales e internacionales, de los que 130.227 corresponden a la Jacetania. En lo relativo a las pernoctaciones de agosto, cabe indicar que se registraron 1.040.714, de las que 294.103 tuvieron lugar dentro del territorio jacetano.

Las estancias en los alojamientos del valle del Aragón han sido más cortas con respecto al año 2021 (pasando de una estancia media de 2,5 noches a 2,26). En algunos establecimientos hoteleros destacaron las reservas de última hora. De hecho, las cifras de 2022 indican que hasta un 30% de los viajeros realiza sus reservas con pocos días de antelación, en lo que supone una tendencia al alza en todo el sector turístico a nivel nacional.

“La demanda nacional, aunque recupera viajes internacionales y de playa, se comporta con un acusado cambio de tendencia que detectamos el año pasado y consume más actividades al aire libre, buscando contacto con la naturaleza y otras experiencias singulares y personalizadas”, explicó el director-gerente de la ATVA, Ángel Bandrés, agregando que “también aumentó el flujo de extranjeros en el valle, especialmente el de franceses, belgas e ingleses”.

En el valle del Aragón hay 16.000 viviendas de segunda residencia, que “respondieron muy bien”, pero “se detectó menos consumo en comercio y restauración que el año pasado”, siendo “otra tendencia generalizada” que se atribuye “al aumento de los costes derivado de la crisis energética y la guerra”. Ahora bien, en destinos de montaña el encarecimiento del alojamiento, un 8%, “no fue tan elevado como en el litoral”, donde subió un 14,5%.

Como conclusión, Ángel Bandrés señaló que “es un verano que comienza a reflejar la recuperación del sector turístico nacional, regional y del destino Pirineo aragonés, con cifras sensiblemente más bajas que en 2019, pero positivas en cuanto a los resultados para todos, tanto para los visitantes que han acudido a disfrutar del territorio, como para el sector empresarial”.

Los meses de junio y julio tuvieron muy buenos registros en el valle, predominando los campamentos de verano en Villanúa, Canfranc o Castiello de Jaca, que congregaron a más de 8.000 niños que realizaron actividades al aire libre.

Además, hubo una gran afluencia a la recreación histórica de la inauguración de la Estación Internacional de Canfranc, cuyos cursos de música (Pirineos Classic y Jazzetania) agotaron las plazas disponibles.

Entre los puntos de interés de la Jacetania, cabe destacar la Ciudadela de Jaca, cuyos visitantes aumentaron en un 17% con respecto al año pasado, siendo un 29% más que en 2019, lo que supone la afluencia de 10.163 personas más. Tampoco se queda atrás el Monasterio de San Juan de la Peña, al que acudieron 33.637 personas entre junio y agosto.

Además, en Astún obtuvo una grata acogida el telesilla a los lagos, que se cierra este domingo, día 11, mientras que en Candanchú algunos hoteles que no suelen abrir en verano lograron buenos resultados en estancias de paso para viajeros de una noche.

Noviembre, “único mes de temporada baja”

El Ayuntamiento de Jaca también ofrece “un balance positivo” de esta campaña de verano, que vivió su apogeo a mediados de agosto, “cuando se llegó a quintuplicar la población”, según declaró la concejala de Turismo, Olvido Moratinos, subrayando que “se está paliando la estacionalidad, ya que el único mes flojo y de temporada baja es noviembre”.

“Los datos nos demuestran que Jaca es el destino estrella de naturaleza y de patrimonio”, continuó la edil jaquesa, haciendo hincapié en que “se apuesta por la sostenibilidad y el turismo verde”, poniendo como ejemplo “el gran uso que han tenido durante todo el verano los puntos de recarga de vehículos eléctricos y el uso del transporte público”, como el autobús de la Mancomunidad del Valle del Aragón.

Este verano, la Oficina de Turismo de Jaca atendió a 27.000 visitantes, una cifra similar a la de los dos años anteriores. En junio “se duplicó” el número de consultas con respecto al 2021 y julio “fue algo irregular”, mientras que “agosto se desarrolló dentro de la normalidad”, alcanzándose el pico de visitantes el día 22, a pesar de ser un lunes.

“Los alojamientos han estado prácticamente al completo este verano y en Jaca no había disponibilidad hotelera, por lo que la gente buscaba otros lugares y así conocer más enclaves”, dijo la directora de la oficina, María José Jarne, especificando que entre los visitantes de otras comunidades autónomas en julio primaron los de Madrid, Andalucía, Cataluña y País Vasco, a los que en agosto se sumaron los de la Comunidad Valenciana.

Con respecto al turismo extranjero, hay que destacar que se ha recuperado la cifra del año 2019, siendo un 12% del total, y fundamentalmente de Francia, aunque también destacaron los belgas, alemanes, ingleses, italianos, portugueses, habiendo visitantes de los cinco continentes. “Si se sigue esta línea de afluencia turística y se comporta como el año pasado”, según Jarne, “septiembre y octubre también serán meses buenos”.

La Oficina de Turismo de Jaca presta su servicio 12 horas al día, 7 días a la semana, con un equipo de cinco personas. Desde el Consistorio quieren agradecer “el trabajo, la implicación y el esfuerzo” de los empleados de la oficina, asegurando que “es la de referencia del territorio pirenaico, porque no solo ofrece información de Jaca y el valle del Aragón, sino de la Jacetania, el Alto Gállego, el Sobrarbe, La Hoya de Huesca o las Cinco Villas”.

Satisfacción entre los empresarios

Por parte de la Asociación de Empresas de la Jacetania (Acomseja), que engloba a unos 400 asociados tras la absorción de la AEJ durante el pasado mes de abril, también se ofrece un balance satisfactorio de la campaña de verano, durante la que con frecuencia se pudo observar la calle Mayor abarrotada, además de terrazas llenas en puntos neurálgicos como las plazas Biscós y San Pedro.

“Estamos asentando las cifras de turismo y de ventas del año previo a la pandemia. No nos gusta comparar con el año pasado, porque fueron unas circunstancias excepcionales”, puntualizó la presidenta de Acomseja, Marian Bandrés, detallando que “junio ha sido irregular y julio fue bueno, pero agosto ha sido excepcional”.

Los empresarios locales destacan “el buen comportamiento que ha registrado la temporada estival en Jaca”, aunque precisan que “el turismo de verano suele mostrar algunas diferencias con el de invierno”. “Tradicionalmente, da un tícket de venta medio un poquito por debajo del invernal, que suele tener más poder adquisitivo, pero no podemos quejarnos”, concluyó Bandrés.