La Hoya

LA HOYA - AGRICULTURA ECOLÓGICA

Los frutales autóctonos de Arguis y Belsué, a punto de dar resultados

Adesho impulsa este proyecto, del que se esperan los primeros frutos en el próximo verano

Los frutales autóctonos de Arguis y Belsué, a punto de dar resultados
Los frutales autóctonos de Arguis y Belsué, a punto de dar resultados
CITA

HUESCA.- Las heladas que se registraron el año pasado en las zonas de Arguis y Belsué impidieron que el proyecto de recuperación de frutales autóctonos, que impulsa la Asociación para el Desarrollo Rural Comarcal de la Hoya de Huesca (Adesho), diera sus primeros resultados en verano del 2019. Por ello, se espera que en el periodo estival de este año puedan evaluarse aspectos como el sabor y la textura en las dos fincas experimentales con la recolección de manzanas, peras, membrillos, ciruelas y nísperos.

Se trata de variedades de la zona reimplantadas de otras autóctonas mediante injertos en los que colabora el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (Cita). Al situarse estas plantaciones en una zona de montaña presentan un ciclo vegetativo más lento que en el llano, de ahí que no se hayan obtenido resultados que permitan conocer algo más de sus características organolépticas.

Según explica el gerente de Adesho, Javier Abadía, "el objetivo final es empezar a recoger frutos aptos para la alimentación y participar en el futuro mercado local en Huesca, Ayerbe y Almudévar".

Por ello, una vez que se conozcan los resultados "se pretende ampliar y ceder material de plantación a otras personas y entidades interesadas".

El gerente de este grupo de acción local de La Hoya de Huesca explica que "no se trata de un proyecto Leader pero está inspirado en los principios de la filosofía Leader, con la puesta en valor de los recursos endógenos, recuperación del patrimonio natural y paisajístico, diversificación económica -ingresos complementarios a través de esta actividad en un futuro- y asentamiento poblacional".

Esta iniciativa está financiada por el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (Feader), la Comarca de La Hoya además de fondos propios de Adesho para acometer tareas como el vallado, plantas y otros materiales, además de asistencia técnica.

La técnico del Cita encargada del proyecto de recuperación de frutales tradicionales en Arguis y Belsué, Lourdes Castel, explica que el proyecto comenzó a desarrollarse hace casi cuatro años y desde entonces se han caracterizado más de 50 variedades de frutales de pepita y hueso.

Los estudios llevados a cabo hasta la fecha sobre la caracterización molecular, morfológica y fisicoquímica de estas variedades, han llevado a seleccionar un total de 40 frutales en los que encontramos ejemplares de manzanos, ciruelos, perales y membrilleros y nísperos.

Este proyecto, explica, "se aborda porque diversas experiencias en frutales de montaña demuestran que puede ser una alternativa viable para la producción de fruta de calidad y, al mismo tiempo, contribuir al desarrollo de la zona, ofreciendo productos diferenciados".

Castel explica que en estos trabajos se han comparado estas variedades tradicionales con los frutales comunes para descartar si las utilizadas son comerciales o no. "Se ha comprobado que todas las variedades locales seleccionadas son genéticamente distintas", describe Castel.

Los resultados determinarán si los frutos producidos sirven para su consumo en fresco o para la elaboración de sidra o mermeladas, que se enmarca dentro de la industria de transformación.

En las parcelas piloto de Arguis y Belsué se están aplicando tratamientos basados en la agricultura ecológica. "Las plantaciones llevan puestas tres años y en este cuarto tendrían que entrar en producción", comenta.

Respecto a la calidad de la zona de montaña, Castel subraya que "la altitud proporciona a la fruta mayor contenido en azúcares, que hacen que sean más sabrosas de cara al consumidor y más crujientes".

Por ello, el estudio se centrará en el comportamiento de los frutales en la plantación, de cara a hacer una selección de variedades que se trasladarán a los mercados. De hecho, recalca que todas las plantaciones situadas en las fincas piloto "van a tener una salida" en el mercado.

Para la zona de Guara, el Cita ha llevado a cabo análisis morfológicos y fisicoquímicos de 81 variedades diferentes: 32 variedades de manzano, 36 de peral, 9 de ciruelo, 2 de membrillo y 2 de galimbasta, de las que se han seleccionado 40 variedades distintas entre las explotaciones de Arguis y Belsué.

Castel matiza que el material genético para recuperar estas variedades, "lo analizamos molecularmente comparándolo con el banco de germoplasma frutal que tenemos en el Cita, para ver si es diferente y además caracterizamos los frutos mediante caracterización morfológica y físicoquímica".

EXPERIENCIAS DE LOS AGRICULTORES

La finca piloto de Arguis está situada a una altitud de 1.044 metros e integra 36 plantaciones diferentes.

El colaborador para realizar este proyecto experimental en la finca de Arguis, Sergio Lanaspa, espera que en verano de este año lleguen las primeras frutas. "Veremos los resultados y el Cita se encargará de analizar las mejores variedades que tenemos y adaptarlas al mercado". En el caso de Arguis, las plantaciones de frutales de montaña corresponden a manzanos, perales, membrilleros y ciruelos. "El año pasado vino una helada tardía y destrozó la floración", por lo que espera que en esta puedan dar su fruto.

Lanaspa indica que su labor se limita al mantenimiento de estas fincas y el Cita se encarga de hacer su seguimiento. "Estoy contento de coger ya los resultados y de poder hacer una plantación más numerosa", subraya.

En el caso de Belsué, la finca piloto está situada a una altitud de 934 metros y abarca una superficie de cuatro hectáreas, con 40 variedades seleccionadas de manzanas, perales, membrilleros, ciruelos y galimbasta.

El agricultor que vela por su mantenimiento, Pedro Belenguer, afirma que "el crecimiento es mucho más lento al desarrollarse en una zona de montaña y al cabo del año tiene casi tres meses menos de luz que en el llano".

Este agricultor también estuvo afectado por las heladas tempranas, y está estudiando sistemas antiheladas por microaspersión y se mostró "ilusionado, con ganas de empezar la producción y disponer de un catálogo".