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El Castillo de Montearagón quiere salir de su silencio

Las obras de consolidación licitadas esta semana y diversas actividades tratarán de poner en valor la emblemática fortaleza

El Castillo de Montearagón quiere salir de su silencio
El Castillo de Montearagón quiere salir de su silencio
S.E.

HUESCA.- La guerra, el expolio, los incendios, el vandalismo, el paso del tiempo y otros efectos adversos fueron apagando el esplendor del Castillo de Montearagón hasta dejar en silencio un conjunto de ruinas a pocos kilómetros de la ciudad de Huesca.

Durante mucho tiempo se ha contemplado su inequívoca silueta con cierta resignación o indiferencia, pero en las últimas décadas la sociedad y las instituciones se han mostrado más sensibles ante el patrimonio histórico y cultural y proliferan las iniciativas -no tanto los presupuestos- para su conservación.

Era una noticia muy ansiada. Se llevaba tocando con la punta de los dedos desde hace meses pero no terminaba de producirse. Al fin, con fecha del pasado 4 de marzo, el Boletín Oficial del Estado recogía que el Ministerio de Cultura había licitado una serie de obras en este castillo del siglo XI, mandado construir por el rey Sancho Ramírez, que permitirán que la ruina se siga consolidando.

La actuación, que podría comenzar este verano para concluir a finales del año 2021, no devolverá la construcción a su momento álgido, pero sí dará más argumentos para poner en valor este patrimonio del románico tan emblemático para la capital altoaragonesa y todos los pueblos de su alrededor.

La fortaleza se asienta en el municipio de Quicena y su alcalde, Javier Belenguer, no puede estar más satisfecho, porque, al igual que el presidente de la Asociación Amigos del Castillo de Montearagón, Antonio Turmo, considera que es una oportunidad para que se conozca y convierta en una interesante aportación a una larga lista de atractivos que hay en el entorno y que ya han tenido eco en miles de visitantes. "El patrimonio histórico tiene mucho público. El Castillo de Loarre recibió el año pasado a 110.000 personas y cada año bate el récord; la Catedral de Huesca, cerca de 40.000, y San Pedro el Viejo, una cifra parecida", señala Turmo.

Recuerda que los cinco panteones reales de Aragón se localizan en la provincia de Huesca -los monasterios de San Juan de la Peña (Botaya, Jaca), San Pedro el Viejo (Huesca), Santa María de Sijena (Villanueva de Sijena), San Victorián (El Pueyo de Araguás) y el Castillo Abadía de Montearagón- e insiste en que hay que promocionarlos.

El retablo de la Iglesia de esta construcción fortificada se puede ver actualmente en el Museo Diocesano de Huesca y el sepulcro del rey Alfonso I el Batallador, que permaneció en la cripta de Montearagón 709 años (1134-1843), en la capilla San Bartolomé del claustro de San Pedro el Viejo.

CONSOLIDACIÓN DE LA RUINA

Las empresas interesadas en acometer los trabajos de consolidación que se han licitado podrán presentar sus ofertas hasta el 26 de marzo. El Ministerio va a destinar 1,5 millones de euros y el plazo de ejecución de las obras es de 14 meses.

El objetivo es lograr la estabilización geológica de la ladera y del castillo, cuyos muros sufren la presión del propio terreno que los está desplazando.

Turmo observa que esta circunstancia se puede apreciar en la curva que hay antes de entrar en la torre albarrana. "Habrá que aligerar esas cargas y coser todo el conjunto con técnicas arquitectónicas", apunta.

En el interior de la fortaleza, se suprimirán los riesgos para que sea posible realizar una visita con sus limitaciones, pero segura.

Además, se efectuará una limpieza general del entorno, incluidas las pintadas realizadas en abril del año pasado en varios muros de la fortaleza. La vista por estos hechos se celebró el pasado 24 de febrero y esta semana se conocía que el juzgado de menores ha impuesto una sanción de 15.000 euros a los dos autores, así como trabajos para la comunidad.

No es la primera vez que este espacio sufre agresiones. Javier Belenguer enumera una lista que no es pequeña y en la que cabe el sabotaje de las cerraduras o el destrozo de cristales acribillados a balazos.

En su caso, las pintadas fueron uno de los motivos que han impedido que las obras se licitasen con mayor antelación, aunque no el único. Javier Belenguer explica que cuando el equipo redactor presentó el primer borrador del proyecto, la Asociación y el Ayuntamiento propusieron que la acometida eléctrica, en lugar de hacerse provisional de obra, fuera definitiva.

Además, pidieron que se intentara cerrar el perímetro de la muralla para evitar actos vandálicos y que se revisara y actuase en la cubierta de la iglesia.

El Ministerio consideró que todos estos planteamientos eran "factibles, razonables y necesarios", indica Belenguer, y encargó al equipo redactor del proyecto que introdujera las modificaciones solicitadas.

Sin embargo, cuando estaban ya a punto de finalizar el nuevo documento, fue cuando aparecieron las pintadas en las murallas.

"Había que volver a modificar el proyecto para incluir la limpieza, que es un trabajo muy laborioso porque hay piedras de los siglos XII y XIII que no se pueden limpiar con métodos convencionales, y hay que utilizar unas técnicas láser muy específicas que no las deterioren".

La entrega del proyecto volvió a sufrir una demora de dos meses que ha lastrado el resto del proceso.

Antonio Turmo subraya lo importante que sería también realizar excavaciones arqueológicas y una investigación, que quizá pudieran resolver muchas de las incógnitas e hipótesis que rodean a la cripta y a otras partes del castillo. De momento, esa aspiración tendrá que esperar.

VISITAS, LIMPIEZA Y ROMERÍA

Para poner en valor el conjunto fortificado, se van a llevar a cabo un montón de actividades, como una explicación de Patrimonio de la actuación que recoge el proyecto.

Por otro lado, se han programado visitas guiadas, que se iniciaron este sábado y concluirán este domingo, abiertas al público en general, y con caracterizaciones como la de Doña Sancha y su fiel escudero, que hacen la experiencia más agradable y amena para el público si cabe.

Además, se celebrarán unas jornadas de voluntarios para limpiar el castillo, que tendrán lugar el 18 y 19 de abril.

El programa se completa con la romería del 10 de mayo, y el 7 de junio, se celebrará el Día de Montearagón, con la entrega de los Tenentes de Honor y actuará Estirpe de Aragonia.

Además, acogerá los días 19 y 20 de septiembre la "IV Podoactiva Montearagón piedra a piedra".

"El año pasado organizamos tres días de visitas guiadas y no esperábamos demasiado público, porque no había una costumbre de subir a visitar el castillo -comenta el alcalde-. Pensamos que era un salto al vacío que podía salir muy bien o muy mal".

Javier Belenguer recuerda perfectamente la primera jornada y cómo se decía: "¡Por favor, por favor, que haya alguien".

"Daba igual que fueran tres personas o cuatro, lo que teníamos claro es que íbamos a hacer la visita con el mismo cariño tanto si había mucha gente como poca", apunta Antonio Turmo.

Ese primer día, la cifra superó las 200 y los dos siguientes se repitió el éxito. Según las estimaciones del alcalde, "entre 12.000 y 15.000 personas se pasan por la fortaleza cada año".

Los días 19 y 20 de septiembre, por otro lado, le tocará el turno a la "IV Podoactiva Montearagón piedra a piedra" y la Comarca de La Hoya de Huesca también va a organizar recorridos por la fortaleza.

El Ayuntamiento de Quicena y la Asociación de Amigos del Castillo de Montearagón tienen muchos planes a corto, medio y largo plazo, y quieren poner en marcha iniciativas de todo tipo, además de establecer sinergias con otros colectivos como el acuartelamiento Sancho Ramírez, cuando esté en funcionamiento.

Ilusión, ganas de trabajar y compromiso no les falta. Y cada vez hay más gente empujando para sacar al castillo de su largo silencio.