Esquedas, un pueblo con estrella y un Goya

HUESCA.- A lo largo de la geografía española, existen muchos pueblos directamente asociados en el imaginario colectivo con determinadas enseñas de fábricas o de comercios que, por su proyección, representan un atractivo indiscutible. Es lo que sucede con Esquedas, el pueblo de La Venta del Sotón y del río, más allá de aspectos artísticos interesantes de su iglesia.

Esta semana ha saltado a la palestra el nombre de Esquedas cuando, en la Guía Michelín, Cayetana Guillén Cuervo y Miguel Ángel Muñoz nombraron en primer lugar Esquedas y luego el nombre del chef Eduardo Salanova y el Espacio N de la Venta del Sotón, un refectorio llamado a convertirse en mítico y que ya es un emblema de la gastronomía aragonesa.

El Espacio N tiene varios artífices. La primera, la propietaria de la Venta del Sotón, Ana Acín Viu, la cara más visible de una saga de hosteleros que han marcado época en nuestra comunidad, con su padre, Lorenzo, como figura más mítica que inició el negocio hace 51 años con sus hermanos Luis y Jesús.

Un lugar que siempre tendrá la impronta de Pepita Boned, la abuela de Ana, al pie del cañón hasta que falleció. Ana es un seguro en la dirección y, a la vista del público, la gran responsable de un servicio exquisito, excelente, donde se puede disfrutar de los mejores vinos de España, Francia y allí donde su perspicacia le conduce.

Los otros dos son artistas de vanguardia en lo suyo. La arquitectura y decoración la ha puesto Julio Luzán, el maravilloso creador de grandes espacios que en Espacio N ha concebido un comedor celestial, minimalista en los colores, magnánimo en la expresión. La cocina, el chef Eduardo Salanova, que en el menú gastronómico combina recetas de la Edad Media con las apuestas más exuberantemente vanguardistas, para acompañar una atmósfera única. Cada comida en Espacio N es un prodigio experiencial para los comensales.

La Venta del Sotón, durante décadas en el Cuadro de Honor de la Guía Gourmetour, ya tiene una Estrella Michelín con este espacio. Quiere decirse que La Sotonera ya luce con este astro y, particularmente, Esquedas, un pueblo de varias decenas de habitantes situado a 530 metros de altitud que en 1104 ya está documentado y en 1713 censaba trece vecinos. La actividad en Esquedas es agropecuaria, aunque muchos de sus vecinos trabajan en Huesca.

Un pueblo con una plazuela irregular, con fuente y la iglesia. Es un conjunto muy renovado, vendido en 1921 por el conde de Sobradiel a los vecinos actuales. La iglesia de San Gregorio es una obra barroca, del siglo XVIII, con una magnífica portada de gran belleza plástica. Entre su contenido mueble, fue identificado, a primeros de los noventa, un cuadro de Goya: "Padre eterno y Espíritu Santo entre nubes". Esquedas disfruta de las fiestas de San Gregorio el 9 de mayo. Sus vecinos tienen, ese día, quien le sirva. Con estrella.