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"Si no estás satisfecha, estoy aquí", mensajes del acusado de Tamarite

El joven, que presuntamente violó a una anciana de 94 años, dejaba notas a las vecinas cercanas a su domicilio

Juicio al acusado por violar a una anciana en Tamarite de la Litera.
Juicio al acusado por violar a una anciana en Tamarite de la Litera.
S.E.

“Si no estás satisfecha, estoy aquí”. “Si quieres una cita, llámame”. Son algunas de las notas manuscritas que dejaba a sus vecinas en sus coches el joven que presuntamente violó en su casa a una anciana de 94 años en la localidad altoaragonesa de Tamarite de Litera en enero se 2021, y para el que la Fiscalía pide 17 años de prisión.

Las vecinas que han testificado este lunes aseguraron que el hombre, de 25 años de edad, origen gambiano y en situación de estancia irregular en España según el ministerio público, escribía su teléfono en los mensajes para intentar contactar con ellas, aprovechando la relación de proximidad que tenía con sus conocidos. 

Según argumentaron los miembros de la Guardia Civil que han participado en la investigación, la noche del 16 de enero, cuando la anciana dormía, el joven forzó una verja y entró por la ventana. Una vez en el domicilio, subió al dormitorio de la mujer, a la que amordazó y penetró vaginal y analmente, para después eyacular. A continuación salió de la casa por la puerta principal, según indican las muestras de sangre encontradas en el pomo de la puerta.

Dichas pruebas arrojan que el hombre pudo cortarse la mano al entrar por la ventana, lo que explicaría los restos de sangre encontrados en el dormitorio, la cocina, el pasillo y el baño. También se encontraron restos de ADN que son concluyentes con el acusado. Agentes judiciales acudieron al lugar de los hechos para tomar testimonio de la mujer, en estado de “shock”. A pesar de la nocturnidad, sí consiguió describir a su agresor, “no muy corpulento y con una chaqueta colorada”, que pudo ver antes de que abandonase la habitación.

A las pocas horas se puso en marcha un dispositivo de investigación que halló al agresor, ya que se encontraba en las inmediaciones de una casa cercana. El supuesto agresor sufría heridas en las manos y en las muñecas. Al descubrir los cortes, le dieron el alto y le identificaron. Tras descubrir pruebas en la mochila que llevaba, le detuvieron y le llevaron a las dependencias de la Guardia Civil en Tamarite.

La chaqueta roja

Al día siguiente, 18 de enero, se llevó acabo el registro domiciliario del joven, donde encontraron más notas con la misma caligrafía y una chaqueta roja manchada de sangre, similar a la que identificó la agredida cuando el joven abandonaba la casa. Los informes forenses que examinaron al acusado determinan que el joven no padece ningún trastorno mental y es perfectamente imputable, además de que hay evidencias de erosiones y agresiones físicas a la anciana.

Inicialmente, la víctima declaró telemáticamente, mientras que el hijo de la anciana lo hizo a puerta cerrada para preservar su intimidad. El joven se negó a responder a las preguntas del fiscal, de la letrada de la defensa de la familia y de la acusación popular, ejercida por Vox,

Además de las penas por los presuntos delitos de agresión sexual, tentativa de robo en casa habitada y de lesiones leves, el fiscal solicita para el acusado una orden de alejamiento de 25 años, 230.000 euros de indemnización por lesiones y daños y la expulsión del territorio nacional una vez cumplidas dos terceras partes de la condena.

La defensa de la familia, por su parte, eleva las penas, que ascienden a 19 años de prisión, una indemnización de 385.000 euros y orden de alejamiento de la víctima. Por otro lado, la defensa del joven solicita la libre absolución asegurando que no tuvo participación en los hechos imputados. 

El juicio, que ha comenzado este lunes y se postergará hasta el miércoles, ha recogido las declaraciones de los testigos y seguirá este martes con las pruebas periciales que ha solicitado la acusación popular. Concretamente, las partes expondrán las pruebas testificales de los peritos de la Guardia Civil que analizaron los restos de ADN y las huellas dactilares. 

Los médicos forenses que analizaron las pruebas médicas tras los hechos acontecidos, testificaron este lunes que después de la agresión, la mujer pasó de “prácticamente independiente” a “completamente dependiente” para desarrollar su vida cotidiana.