Ana Silván: “La calidad de vida no se puede cambiar por todo el éxito del mundo”

“Me encabezoné con que tenía que trabajar en Binéfar, porque me gusta mucho mi pueblo”. Y lo ha conseguido. La interiorista Ana Silván, de 38 años, lleva 10 al frente de su negocio en Binéfar, su localidad natal en la que tenía claro que quería vivir y que siempre le “ha tirado mucho”.

Ana estudió Interiorismo y Decoración en Lérida, y tras hacer prácticas “solo encontraba trabajo en Madrid y Barcelona”, ciudades a las que no le apetecía ir. Por ello, decidió instalarse en Binéfar y “probar suerte” con su negocio ‘Estudio Ana Silván’.

“Empecé trabajando desde casa, donde aguanté un par de años, después me fui a un piso porque un local no me lo podía ni plantear. En el piso estuve hasta el año pasado, cuando abrí un estudio a pie de calle con tienda”, explica esta binefarense que reconoce que “ha sido difícil” llegar hasta donde está, pero que ahora se muestra “contenta” de lo que ha ido logrando.

Ana ofrece servicios de interiorismo y decoración, y lleva a cabo tanto proyectos de reforma como de obra nueva. Además de realizar trabajos en viviendas, también lleva a cabo proyectos para empresas.

Ana lleva su negocio sola, aunque su marido le ayuda en la contabilidad y espera “seguir creciendo”. A vivir en Binéfar le ve más ventajas que inconvenientes, porque dice: “la calidad de vida que tenemos en el pueblo no se puede cambiar por todo el éxito del mundo”