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Nostalgia en Sariñena por la demolición de la Casa de Eléctricas

Los vecinos lamentan el derribo de este emblemático edificio que estaba ubicado en la plaza Constitución

Nostalgia en Sariñena por la demolición de la Casa de Eléctricas
Nostalgia en Sariñena por la demolición de la Casa de Eléctricas
M.B.

El 7 DE junio se nos encogió el corazón al girar en la curva... y ver que ya no estabas. Totalmente imprevisto, nos hemos visto obligados a despedirnos de ti sin haber tenido tiempo de presentarte debidamente. Ha habido algún intento de investigación, pero te resistías a dejarte saber. No pudimos datarte con exactitud, ni fotografiarte a conciencia, para sacar a la luz la historia de tus piedras ni el interior de tus muros. Siempre a la sombra de los árboles de la plaza, y frente al famoso hotel", así se expresaban en las redes sociales por la demolición de la Casa de Eléctricas de la cabecera de comarca.

Ahora la nostalgia se debate con el inevitable paso del tiempo y la búsqueda de la historia y de explicaciones lógicas sobre esta casa. Mientras el edificio sucumbía al trabajo de las máquinas que llevaron a cabo la demolición, muchos son los vecinos que se lamentan de la pérdida que, dentro de unos meses, pasará a ser sólo un recuerdo en la memoria colectiva.

La demolición del inmueble duró poco menos de un día y aunque no se ha podido averiguar los datos de su construcción, algunos vecinos han explicado, "llegué a Sariñena en 1945 y la casa ya estaba construida". Otros que vivieron en el piso edificado encima de las oficinas y almacén de la planta baja han rememorado que, "siempre he oído en mi casa que Franco hizo un discurso desde el balcón".

La plaza más emblemática de Sariñena, que ha cambiado de nombre en varias ocasiones, desde la plaza Alvarado, pasando por Generalísimo Franco, como mandaba la época, y en la actualidad plaza de la Constitución, alberga entidades bancarias, comercios, el hotel Sariñena y hasta hace poco más de una semana la desaparecida Casa de Eléctricas, además de unir las avenidas de Huesca y Fraga y contener la plaza Mezin donde se ubica la Casa de Cultura. Por todo ello es el lugar más transitado del pueblo y por ello la sorpresa de ver desaparecer este edificio que ha estado presente durante muchísimos años en la vida de los sariñenenses ha causado un gran impacto entre los vecinos.

Sus actuales propietarios han explicado detalladamente los motivos que les han llevado a derribar el inmueble. "Supimos hace unos años que Endesa la iba a poner a la venta y siempre nos había gustado para formar nuestro hogar", cuenta el joven matrimonio de este sueño que ahora también ha caído con el edificio, "lo que nunca imaginamos era que sus cimientos había desaparecido y las piedras de la fachada estaban deshechas".

Después de adquirir el edificio, el matrimonio llevó a un arquitecto y a un constructor para efectuar la rehabilitación. "Queríamos conservar la fachada puesto que sus muros tenían más de 60 centímetros de grosor y a pesar de que sus antiguos inquilinos nos advirtieron de las humedades que había, pensamos que con las nuevas técnicas podíamos superar esa adversidad", explican.

El gran desconcierto fue cuando se percataron que pasaba una acequia por debajo de la casa. Cabe recordar que las acequias principales de Sariñena, que según la tradición oral datan de la época árabe, se denominan Acequia de Valdera y Acequia del Molino y su ámbito territorial comprende una superficie superior a las 900 hectáreas de la Huerta Vieja (términos municipales de Capdesaso, Sariñena y Albalatillo).

La que nos ocupa indican que proviene de la Valdera, pasando por la Avenida Huesca, cruzando la Avenida Fraga, la Ronda San Francisco y regando la huerta de los Esquiñones. Paradójicamente, el casco urbano de la capital monegrina es paso de acequias y contiene muchos pozos por lo que las humedades en las viviendas son muy frecuentes y a pesar del agua existente en toda la localidad, "los vecinos debemos comprar agua mineral para beber", se quejan los sariñenenses.

"Cuando vimos la acequia que había hecho desaparecer los cimientos de la casa y deteriorado las piedras de su fachada, nuestro sueño desapareció", comentan los nuevos propietarios que siguiendo las recomendaciones del arquitecto y comunicándolo al ayuntamiento, decidieron demoler la casa. "Las piedras eran de arenisca y con solo tocarlas se derrumbaban, por lo que hubieran podido causar algún accidente", apuntan.

Asimismo, pensaron en la posibilidad de desviar la acequia al exterior de su nueva parcela, "corriendo nosotros con los gastos pero tampoco esto ha sido posible, por lo que ahora deberemos entubarla para garantizar que nuestra futura casa no tenga humedades no deterioros graves".

La Casa de Eléctricas ha asistido al nacimiento de muchas generaciones. A su alrededor han crecido muchos sariñenenses, incluso algunos han tenido el privilegio de disfrutar viviendo en ella y viendo pasar los desfiles de las fiestas desde su terraza.

La historia de muchos vecinos de Sariñena ha ido pareja a la de este emblemático inmueble, pero ahora quien ha de dejar su sitio a lo venidero, es el propio solar, desde el pasado 7 de junio, se ve lleno de escombros pero que por seguro será el hogar de los nuevos propietarios y de sus futuras generaciones.